El Parque Industrial de Cuenca está saturado. No hay espacios para bodegas. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.
Cuenca es una de las ciudades más industrializadas del país. Es líder en la producción de cerámica, muebles, neumáticos, línea blanca, sombreros de paja toquilla…, pero tiene un déficit de suelo para las fábricas.
Su Parque Industrial de 77,5 hectáreas, en el norte de la urbe, está saturado y los empresarios deben recurrir a varias estrategias para ampliar sus áreas productivas y bodegas.
Las naves ocuparon los espacios destinados a parqueaderos y áreas verdes o se levantaron los galpones para crear una suerte de segundos pisos.
En las calles casi no hay lugar para estacionarse por el espacio que ocupan los camiones con la mercadería o materia prima y hay montacargas que se cruzan por las calzadas para llevar los productos desde las plantas hasta las bodegas.
En este parque hay 114 espacios que son ocupados por empresas, bodegas, importadores… Miguel Calle, presidente de la Asociación de Empresas del Parque Industrial, reconoce esos inconvenientes y agrega otros como la falta de señalización de tránsito y una mayor vigilancia para mejorar la seguridad. Por eso, pide la colaboración del Municipio.
Un reciente estudio de la Cámara de Industrias cuantifica el problema. De las 85 empresas afiliadas, las 44 más grandes requieren un nuevo espacio industrial porque el actual está suturado o porque laboran en zonas residenciales como es el caso de Indugloub, que fabrica las marcas Indurama y Global.
Según el vicepresidente técnico de la Cámara, Andrés Robalino, la investigación determinó que se necesitan de 135 a 140 hectáreas. Además, los empresarios demandan un parque logístico de 55 hectáreas para bodegas, transporte o para trámites aduaneros.
Para este último servicio, la Cámara planteó una alternativa en las inmediaciones del actual Parque Industrial. Robalino dice que ayudaría porque el 35% del espacio físico de una fábrica se destina a bodegas y si se llevan a otro lado se ampliará el espacio para la fabricación y se aumentará la producción.
En eso está de acuerdo Roberto Maldonado, presidente del Grupo Colineal, la fábrica de muebles más grande del país. Según él, llevan años intentando encontrar un nuevo espacio para bodegas y cuando hallaron una opción en las inmediaciones del Parque Industrial hubo el rechazo de los vecinos y litigios legales, “pese a que cumplimos con todas las normas de seguridad, ruido, ambientales…”.
Maldonado dice que el problema es grave en el cantón, porque no existe un lugar concertado entre los industriales y las autoridades para instalar nuevas empresas y “los industriales pueden poner sus ojos en otras regiones”.
En la actualidad, la Empresa Municipal de Desarrollo Económico busca espacios para los nuevos polígonos industriales. Hay cinco o seis espacios identificados en el cantón, que tendrían 22 hectáreas cada uno.
El gerente de esta empresa, Jaime Moreno, dice que se deben recurrir a polígonos no tan grandes porque la topografía del cantón impide encontrar una zona amplia para la instalación de un nuevo parque.
Él tiene previsto que el próximo año se anuncien cuáles serían esos sitios para que sean contemplados en los planes de crecimiento de la ciudad.
En la actualidad, la Empresa Municipal de Desarrollo Económico impulsa el Ecoparque de Chayllallacu, que tiene una superficie de 72,44 hectáreas y está ubicado a 7,5 km del límite urbano de la ciudad y a 107 y 137 kilómetros de Puerto Bolívar en El Oro y el Puerto de Guayaquil, respectivamente.
Moreno dice que este proyecto está destinado a la producción limpia y no a bodegas. Es para pequeñas y medianas industrias que tengan una producción amigable con el ambiente. Hay 76 lotes que fueron preasignados.