Cuarentena, un libro que desnuda 40 años de ‘democracia’ en Ecuador

El libro 'Cuarentena' será lanzado este 10 de diciembre del 2019. Foto: Cortesía

El libro 'Cuarentena' será lanzado este 10 de diciembre del 2019. Foto: Cortesía

El libro 'Cuarentena' será lanzado este 10 de diciembre del 2019. Foto: Portada de la obra

Esa costura llamada ‘democracia’, suturada por 40 años con hilos y alambres, es desgarrada, sin condescendencias, para mostrar la verdadera piel de las oportunidades (sobre todo coartadas), de la inequidad y también de la irreverencia de una sociedad viva, la ecuatoriana, a través de un libro: ‘Cuarentena. Los encantamientos de la democracia en Ecuador’.

La obra, presentada este 10 de diciembre del 2019, 19:00, Quito (La Estación, Francisco Andrade Marín y Diego de Almagro), el Día de los Derechos Humanos, es una pieza de la memoria, un reencuentro con el periodismo narrativo, una ventana a nueve sensibilidades: siete crónicas, un prólogo y una nota del Editor.

El 10 de agosto del 2019 ya se cumplieron 40 años de la asunción de Jaime Roldós Aguilera a la Presidencia de Ecuador. El joven abogado, 38 años, muerto el 24 de mayo de 1981 en un accidente aviatorio, no pudo cumplir el mandato delegado en las urnas, “democracia”, para dirigir un país luego de casi una década de dictaduras civiles y militares. Su Gobierno civil fue el primero y no el único que en los años sucesivos afrontó vicisitudes heredades del ‘boom petrolero’, como la presencia de las Fuerzas Armadas en los directorios de las empresas estratégicas del Estado.

“En el referéndum triunfó el texto de la Constitución de 1979, que otorgó el voto a los analfabetos y reconoció la unión libre de parejas sin necesidad de vínculo matrimonial. Pero no avanzó en la igualdad de las mujeres. Con esta Constitución gobernó Jaime Roldós Aguilera, quien con toda su comitiva murió trágicamente en 1981, luego de tener que enfrentar la guerra de Paquisha con el Perú”, deshilvana Julia Ortega, en Cuarentena, en el capítulo ‘Un decálogo desobediente’.

“Una democracia que cuando acababa de nacer recibió un golpe desolador, que todavía intenta sobreponerse: partidos de caciques, gobiernos de golpes, poderes sumisos. Estado mal hecho y ciudadanos que quieren dejar de creer en ella”, escribe Julia, una de las cinco mujeres convocadas por Cuarentena.

Las otras tres autoras del libro son Gabriela Gómez Toaza ‘Sinchi’ (‘Las brujas que no quemarán’), Karina Marín Lara (‘Discapacitar’) y Milagros Aguirre (‘Sin tiempo’). Carlos E. Flores (‘Desaparecer’), Luis Fernando Fonseca (‘Cárceles y tumbas’) y Fausto Rivera Yánez (‘La presidenta incómoda’) son los otros autores. El prólogo es de Sabrina Duque.

'Cuarentena' está en librerías y en Editorial El Conejo (6 de Diciembre N26-97 y la Niña; Quito; edificio Sicomse, piso 3.

Milagros Aguirre documenta el proceso sostenido, histórico, de la lucha campesina, un ensayo que remueve la tierra fértil sobre la cual se cultivan, desde hace décadas, los levantamientos indígenas.

“Desde el retorno a la democracia del Ecuador han caído, por revueltas populares, tres presidentes —Bucaram, Mahuad, Gutiérrez— y el movimiento indígena ha estado ahí, organizado, en la primera línea, poniendo el cuerpo, aguantando bombas, reclamando por derechos colectivos o por aquellas leyes que han considerado injustas, por la carestía de la vida, por las medidas económicas, por la dolarización, contra el FMI o contra el TLC, contra las leyes ‘Trole’ o contra los paquetazos”, escribe Milagros Aguirre, en Cuarentena, capítulo ‘Sin tiempo’.

“No es un registro historiográfico ni enciclopédico”, enfatiza Diego Cazar, editor del libro, iniciativa de La Barra Espaciadora, con editorial El Conejo. “Los autores de este compilatorio de crónicas han nacido con el retorno al período democrático –en su mayoría– y su mirada es la de quienes han crecido con los preceptos cívicos del discurso de lo nacional”.

Cuarenta años después de Jaime Roldós Aguilera, dice Diego Cazar, “nos urge trascender el sentido del aniversario para hacernos y proponer preguntas”.

“Preguntarnos como un acto de corresponsabilidad. Preguntarnos para examinarnos colectivamente y, de alguna manera, para reconocernos en los aciertos y en los desatinos de estas cuatro décadas. ¿Qué es la democracia para quienes no pertenecen ni pertenecieron nunca a esa clase dirigente? ¿Qué significa ser un demócrata en Ecuador, más allá de las prácticas demagógicas de quienes han detentado y detentan el poder?”.

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