Paul Ceglia presentó una demanda en 2010 en contra Mark Zuckerberg. Foto: Tomada del Facebook y Archivo
La jueza Paulina Aguirre, presidenta de la Corte Nacional de Justicia, resolverá si Paúl Ceglia, quién demandó al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, será o no extraditado a los Estados Unidos. Así lo confirmó Roberto Calderón, abogado del procesado, este 24 de agosto de 2018.
La decisión de la jueza se conocerá mañana sábado (25 de agosto), en una audiencia en la Corte, en la que deberá presentarse Ceglia, empresario de nacionalidad estadounidense, y su abogado.
El extranjero fue detenido la mañana del jueves 23 de agosto en Salinas, en la provincia de Santa Elena. Este viernes fue trasladado Quito y recluido en el Centro de Detención Provisional (CDP), ubicado en el norte de la urbe.
El abogado de Ceglia indicó a este Diario que la extradición de su cliente sería inconstitucional. Según el jurista, al empresario a se le debería concederle asilo por razones humanitarias, ya que tiene un bebé ecuatoriano. Además dijo que el hombre lleva más de 24 horas detenido sin orden de una autoridad judicial y eso es contrario a la Constitución.
Calderón también explicó que el acuerdo de extradición que tiene el Ecuador con los EE.UU. data de 1870 y una reforma se hizo en 1933. “En ninguno de esos textos se contempla algo sobre fraude y menos aún a través de documentos electrónicos”.
Según una publicación del diario USA Today, Ceglia, un empresario, huyó de EE.UU. en el 2015, dos meses antes de su juicio por supuesto fraude postal y cargos de fraude electrónico.
Las investigaciones de esa nación señalan que Ceglia habría falsificado documentos para lograr que Zuckerberg le entregue el 50% de las ganancias de Facebook.
Calderón asegura que su cliente no cometió tal delito y que la demanda a Facebook fue porque el extranjero tenía un contrato con Zuckerberg en el que se garantizaba su participación en la empresa. “Mi cliente no ha recibido sentencia, así que tampoco cabe la extradición”.
Además indicó que el empresario huyó de los EE.UU., junto con su familia, porque recibió amenazas de muerte durante el tiempo que estuvo con arresto domiciliario y portaba una tobillera de vigilancia electrónica.