Redacción Machala
Bajo un calor sofocante, ayer el Presidente de la República oficializó en Huaquillas, en la frontera con Perú, el inicio de clases en la región Costa. Rafael Correa aprovechó el acto para inaugurar la unidad educativa del Milenio en la localidad del sur de El Oro.
El intenso calor no fue óbice para que centenares de personas, entre escolares, padres de familia y vecinos del barrio 16 de Julio se acercaran a conocer las nuevas instalaciones.
La Unidad Educativa del Milenio de Huaquillas, bautizada con el nombre de Olga Campoverde, es el primer plantel de este tipo en El Oro. Integra una red de 31 establecimientos educativos que el Ministerio de Educación impulsa en el país.
El centro se levantó en un terreno de 1,2 hectáreas, en el mismo lugar donde hasta abril del año pasado funcionaba una pequeña escuela de seis aulas. Las nuevas instalaciones, de 2 800 m² de construcción, disponen de 24 aulas modulares con acceso directo a un gran patio central.
El nuevo plantel acogerá a 700 alumnos, desde educación inicial hasta sexto de Educación Básica. El espacio posee laboratorios de Ciencias, Idiomas y Computación, una unidad médica, centro de cómputo y biblioteca. Esta última estará abierta a la comunidad, por las tardes.
La obra tuvo un costo de USD 1,6 millones. USD 300 000 se invirtieron en el equipamiento.
Un convenio con la firma Telefónica permitió dotar al centro educativo de los equipos de computación y del servicio de Internet inalámbrico.
El presidente Correa fue el primero en probar el servicio. A través de una videoconferencia, desde una de las aulas charló en tiempo real y por alrededor de 10 minutos, con alumnas del Colegio Experimental Rita Lecumberry, de Guayaquil.
“Estas son unidades de altísimo nivel, basadas en conceptos técnicos, pedagógicos y arquitectónicos innovadores”, indicó el Mandatario.
Con sus paredes altas y de colores pasteles, la estructura del plantel parece una isla en medio de las calles enlodadas y cubiertas con maleza del sector, en el suroeste de la ciudad.
Ayer, mientras el Mandatario recorría las instalaciones de la nueva unidad educativa, a siete cuadras de allí, un grupo de escolares se ingeniaba para sortear una de las calles que conduce a su plantel, la escuela fiscal Jaime Roldós. Pero Josué Jiménez, de 9 años, se enlodó el uniforme nuevo al tratar de cruzar una calle enfangada cerca de su plantel.
El contraste entre los dos centros es evidente. En la escuela Jaime Roldós, fundada hace 27 años, el patio está encharcado y las aulas rodeadas de maleza. Un lodo espeso, producto de recientes lluvias, dificulta el ingreso de los escolares. Este plantel recibirá este año 459 alumnos.
El director Avelino Tenesaca dijo que en febrero la Dirección Nacional de Servicios Educativos verificó las condiciones de la escuela. “Se comprometieron a construir dos nuevos bloques de seis aulas, pero hasta la fecha no somos atendidos”.