Una contundente mayorÃa de quiteños depositó su confianza en Augusto Barrera para que manejara la ciudad con nuevos enfoques y nuevas perspectivas, sobre la base de la credibilidad que el proyecto polÃtico de Alianza PaÃs ha logrado en un gran porcentaje de la población capitalina.
En retribución a esa confianza, en apenas tres semanas el Alcalde y el Consejo han tomado ya importantes decisiones con el objetivo de poner en marcha los grandes objetivos trazados por la nueva administración.
Una de esas resoluciones estratégicas es la eliminación de las corporaciones municipales, puntal de la gestión de ocho años bajo la conducción del ex alcalde Paco Moncayo. TodavÃa con argumentos más polÃticos que técnicos -porque estos últimos habrá que irlos comprobando en el camino-, el nuevo Cabildo, en cuya conformación existe una mayorÃa absoluta de concejales del partido gobernante, ha iniciado el desmontaje de esas corporaciones.
Aún es muy temprano para aplaudir o renegar de estas decisiones, sin embargo, es importante que el Municipio cuente con elementos para la reflexión y el análisis en función de los grandes intereses ciudadanos.
Uno de los objetivos fundamentales de la nueva estructura debe apuntar a que cualquier cambio o innovación sirva para que el modelo sea mucho más ágil y transparente, pero, sobre todo, no implique volver al tradicional esquema centralizador que tanto daño hace al servicio público.
Es importante que el Alcalde informe también a los ciudadanos si ese modelo implicará aumento de la burocracia y explique la manera en que las secretarÃas recientemente creadas serán capaces de manejar la enorme cantidad de proyectos que cada una tiene a cargo.