Veteranos surcoreanos portan carteles con el mensaje “Despliegue instantáneo de las armas nucleares tácticas en Corea del Sur” durante una protesta contra las pruebas nucleares llevadas a cabo por Corea del Norte, en Seúl, Corea del Sur, este martes 12 de septiembre de 2017. Foto: EFE
Corea del Norte advirtió este martes, 12 de septiembre del 2017, que no abandonará su programa nuclear pese al endurecimiento de las sanciones y amenazó con poner a Estados Unidos en la situación más difícil que haya vivido jamás, según palabras del embajador norcoreano en Moscú, Kim Hyong-jun.
“Si las fuerzas enemigas cuentan con que vacilaremos y cambiaremos de posición por estas sanciones, se trata de una gran ilusión”, dijo Kim, según la agencia de noticias Interfax.
Otro diplomático norcoreano advirtió que Estados Unidos está en el camino de la confrontación militar con Pionyang y dejó claro que las nuevas sanciones aprobadas por la ONU no distenderán la situación.
“Las sanciones y la campaña de presión del régimen de Washington para destruir por completo la soberanía y el derecho a existir de la República Popular Democrática de Corea está llegando a un nivel extremadamente imprudente”, dijo Han Tae Song, que representa a Corea del Norte en Ginebra.
Han repitió en la Conferencia de Desarme de la ONU las advertencias de Pionyang sobre que Estados Unidos pagaría un “precio justo” y “sufriría el mayor dolor” por presionar para aumentar aún más las tensiones.
“En lugar de tomar la decisión correcta con un análisis racional sobre la situación en general, el régimen de Washington finalmente opta por la confrontación política, económica y militar”, añadió.
Corea del Norte responde así a las sanciones aprobadas el lunes por el Consejo de Seguridad de la ONU tras el último ensayo nuclear de Pionyang.
Las sanciones tienen el objetivo de interrumpir las principales fuentes de ingresos de Pionyang prohibiendo las exportaciones de textiles y las transferencias de dinero de trabajadores norcoreanos expatriados. También restringen la venta de petróleo al país comunista y prohíben que se le suministre gas.
Rusia y China apoyan estas medidas pero también abogan por alcanzar un acuerdo según el cual Estados Unidos y Corea del Sur abandonarían los ejercicios militares a cambio de que Pionyang frenase su programa nuclear y de misiles.
Han destacó que el programa nuclear es una forma de autodefensa contra las amenazas estadounidenses y las maniobras militares y añadió que Washington tendría que acabar con su política hostil para resolver la crisis.