Los productos navideños se comercializan en ferias de la capital. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Guirnaldas, manteles, piezas para el pesebre, coronas de luces, cascadas, árboles gigantes, medianos y pequeños, velas, noeles, muñecos de nieve y luces de todos los colores y formas son parte de la variada oferta de productos navideños que ya se comercializan en las calles y parques de Quito.
En La Carolina ya se armaron las ferias navideñas. La del Parqueadero 1, ubicada en la esquina frente a la Cámara de Comercio de Quito, se instaló el sábado pasado (3 de noviembre) con todo tipo de adornos. La atención es de 07:00 a 21:00.
Emma Guaña pertenece a la Asociación de Artículos Navideños Diego de Almagro, que se instala ahí hace unos 35 años.
Cuenta que se pueden encontrar arbolitos desde 60 cm de alto por USD 8 hasta los de 1,80 m que están por los USD 65. Entre las novedades para este año están las figuras de acrílico de Papá Noel, pesebres y ángeles que tienen luces.
Otros vendedores son los esposos Jorge y Yolanda Yánez. Ellos y Teresa Pilicita cuentan que al inicio abrían el 7 de diciembre, pero ahora la gente compra mucho antes. Agregan que los precios son cómodos y que si el cliente no tiene efectivo, desde hace cuatro años les reciben tarjeta de crédito también.
Más al norte de la urbe, los miembros de la Asociación de Vendedores de Adornos Navideños comercializan sus productos en la calle Pedro de la Mata y avenida Diego de Vásquez, en el ingreso a Carcelén, en el extremo norte de Quito.
Su vicepresidente, Ramiro Parra, asegura que 13 comerciantes ya instalaron sus puestos allí. Este Diario hizo un recorrido en ese sector hoy, 8 de noviembre del 2018, y observó cómo los clientes se acercaban a preguntar por los artículos navideños.
Los árboles tienen precios que oscilan entre USD 10 y 110, dependiendo del tamaño. Los bombillos cuestan desde USD 1 los más pequeños y los más caros USD 5. Las alfombras de césped sintético cuestan USD 10.
Parra explica que los comerciantes importaron la mercadería desde China. La reservaron desde inicios de este año y cada uno invirtió cerca de USD 10 000. “Con las ganancias de este año aspiramos pagar nuestras deudas”, señala.
Marina Pallasco invitó a la gente para que se acerque a comprar sus productos, que están disponibles desde el 3 de noviembre. “Las ventas están bajas, espero que mejoren”.
El comerciante Marco Naranjo se dedica desde hace 10 años a esta actividad. Asegura que los precios en el 2018 están más convenientes con relación a años anteriores.