El departamento legal del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil dispuso la clausura de la supuesta clínica de rehabilitación. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Cuando llegaron los bomberos el sitio estaba abandonado. A las 09:22 de este domingo 13 de enero de 2019, el sistema ECU 911 recibió una llamada que alertaba un incendio en una vivienda de la Isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil.
Según moradores del sector, en el angosto inmueble funcionaba un presunto centro de tratamiento de adicciones. Los vecinos indicaron al personal del Cuerpo de Bomberos que 15 jóvenes escaparon del lugar.
Informes preliminares evidencian que el incendio fue provocado. El mayor Guillermo Lázaro, del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, explicó que las llamas se originaron en el primer piso, donde un colchón fue encendido.
“Pedimos la documentación del sitio pero no encontramos al responsable. En el lugar donde comenzaron las llamas había una puerta de madera que los jóvenes lograron abrir con facilidad, de lo contrario hubiéramos tenido una desgracia similar a la del viernes”, señaló Lázaro.
El pasado 11 de enero, 18 personas fallecieron asfixiadas en un centro de rehabilitación de adicciones del Suburbio que no tenía permiso de funcionamiento. Otros 16 sobrevivieron, pero por las quemaduras, en algunos casos de alto riesgo, fueron derivados a tres hospitales públicos. Algunos ya recibieron el alta.
Moradores del sector dijeron que 15 jóvenes salieron de la supuesta clínica durante el incendio. Foto: Mario Fautos / EL COMERCIO
Un incendio en una vivienda de la Isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil, alarmó a los vecinos del sector. Las autoridades clausuraron la clínica clandestina. Foto / Mario Faustos / EL COMERCIO
La Fiscalía del Guayas informó que el propietario y la persona encargada de las llaves del establecimiento donde se registró la tragedia son investigados por homicidio. El artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) sanciona este delito con pena privativa de libertad de 10 a 13 años.
Los internos habrían causado el fuego para escapar. Pero las rejas y puertas metálicas cerradas con candados se lo impidieron.
En el incidente reportado este domingo, las habitaciones no tenían ventilación. Las puertas también tenían candados. El departamento legal del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil dispuso la clausura del centro, donde en diciembre pasado ya se había registrado otro incendio.