Redacciones Sociedad, Cuenca, Guayaquil y Sierra Centro
Ayer, las manifestaciones de la UNE causaron más de un problema en el país. En Cuenca, 50 estudiantes de los colegios Manuel J. Calle y Fray Vicente Solano que participaron en la marcha de la Federación de Estudiantes Secundarios (FESE) lanzaron piedras contra el inmueble de la Gobernación de Azuay.
También arrojaron una llanta prendida al pie de la puerta principal (madera) de acceso e intentaron ingresar a la fuerza a la entidad. Varios ventanales de vidrio fueron destrozados. La Policía los dispersó del Centro Histórico con gases lacrimógenos. Minutos más tarde reaparecieron en la estratégica avenida 12 de Abril, frente a la Universidad de Cuenca, donde se enfrentaron a piedras con la Policía.
9 días
de paralización cumplen hoy los maestros de la Unión Nacional de Educadores.
Los estudiantes no sabía porqué protestaban. “Es para que se respete la tarifa estudiantil”, dijo uno de ellos. En un tramo importante de esa avenida se cerró el tránsito vehicular. El gobernador azuayo, Leonardo Berrezueta, ordenó controles. El funcionario responsabilizó de los perjuicios a estudiantes de los colegios Fray Vicente Solano y Manuel J. Calle. Pero según la rectora del primer establecimiento, Josefina Calle, el plantel que dirige tuvo una jornada de clases normal.
En Latacunga, se cerró la Panamericana Norte. Desde las 07:00 cerca de 1 000 educadores y simpatizantes de la UNE quemaron llantas y obstaculizaron la entrada desde Quito, que luego fue despejada por las FF.AA.
Desde este lugar, los manifestantes marcharon hasta la Dirección Provincial de Educación. Pese a que la protesta en un inicio era pacífica, personas encapuchadas rompieron vidrios de la institución. Luego de recibir una denuncia telefónica, el fiscal de turno, Carlos Romero, asistió al lugar para iniciar la indagación.
Personal de la Dirección de Educación confirmó que no hubo heridos, solo daños materiales. Xavier Cajilema, integrante de la UNE, confirmó que entre el domingo y el lunes apoyarán las manifestaciones de los indígenas.
En Quito, cientos de maestros se concentraron en el parque El Arbolito y avanzaron en grupos hasta el centro.
Querían llegar hacia el Palacio Presidencial, en la Plaza Grande. Caminaron por las avenidas y calles Gran Colombia, Vargas y 10 de Agosto. A la altura de la Prefectura Provincial de Pichincha, en la 10 de Agosto y Ante, fueron reprimidos por miembros de la Policía Nacional.
Como resultado de la manifestación, dos maestros y seis estudiantes fueron detenidos. Hoy, desde las 16:00, planean realizar un festival artístico en Cotocollao, La Marín y la Michelena, como otra forma de protesta.
En el Puerto Principal, el fotógrafo de diario Hoy, César Muñoz, resultó con heridas leves en su pierna derecha, momentos en que cubría la marcha estudiantil en el parque Centenario. Testigos dijeron que hecho se produjo por la onda expansiva de un taco de dinamita. Enseguida fue auxiliado y atendido en un consultorio de la Cruz Roja del Guayas.
El centro de la ciudad se paralizó y los negocios cerraron sus puertas. Pese a los refuerzos solicitados por la Policía, los dirigentes estudiantiles llegaron a la Gobernación. Allí fueron recibidos por el gobernador Roberto Cuero, pero con la condición que terminen los hechos violentos.
El ambiente volvió tenso cuando el funcionario de Gobierno suspendió la reunión. Esto, según el Gobernador, debido a que “la manifestación había tomado tintes políticos”. Fuera de su despacho, Juan Fernández, del Movimiento Madera de Guerrero, pugnaba por entrar a la reunión.
El dirigente fue sacado por la Policía y detrás de él salieron también los dirigentes de la movilización. “Así demostraremos que el gobierno de Rafael Correa quiere atentar contra la autonomía universitaria”, señaló el dirigente Carlos Cedeño.
Cerca del mediodía, la normalidad volvió al centro de Guayaquil, pero los enfrentamientos entre los estudiantes y la Policía se trasladaron a la ciudadela Universitaria, junto a la Universidad Estatal.
Paralelamente, el presidente de la UNE Guayas, William Pazmiño, fue liberado tras 60 minutos de rendir su versión en una audiencia de formulación de cargos.
En una sala de la Policía Judicial, el juez Galo Almeida decidió liberar a Pazmiño y a otros dos profesores que fueron detenidos el pasado miércoles durante una marcha que recorrió la avenida 9 de Octubre y que fue parte del paro del gremio de los maestros.
A esa hora también se informó que otro rector fue removido en Guayaquil por pedido del ministro Raúl Vallejo. Se trata de Miguel López, del Colegio Otto Arosemana, ubicado en el Suburbio de la ciudad. Ese plantel fue un sitio clave para el paro de la UNE. Ahí se concentraron los maestros de las escuelas aledañas.