Mark Gangeness y Alexannder Kaldor (centro) visitaron la galería Zuro Art. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
Este 31 de octubre, el cantón azuayo de Chordeleg cumplirá un año de la Declaratoria de Ciudad Creativa, emitida por la Unesco. Y tiene tareas pendientes que debe cumplir hasta el 2021, como la ejecución de cuatro proyectos para mantener esa nominación.
Este cantón alcanzó el reconocimiento en la categoría Artesanías y Artes Populares, porque el 66% de su población depende de la joyería, alfarería, paja toquilla y calzado. Tiene 12 577 habitantes y está en la zona nororiental de Azuay.
De acuerdo con el expediente técnico, en la ciudad hay 100 joyerías y talleres de orfebrería. Además, 49 locales de alfarería, 110 de calzado y 478 tejedoras de sombreros de paja toquilla que están asociadas.
En el centro de Chordeleg, las vitrinas están repletas de joyas de oro y plata. “Por esta riqueza somos conocidos en el país y el exterior”, dijo el joyero Juan Carlos Orellana, dueño del local Zhirogallo.
Hay tiendas de artesanías en barro y calzado y las artesanas se pasean por las calles tejiendo con habilidad los sombreros de paja toquilla.
Orellana y la ceramista Rosa Guzmán coinciden en que la nominación como Ciudad Creativa posicionó mejor a Chordeleg en el contexto internacional.
“Para nosotros se convirtió en un reto sacar al mercado más obras de calidad para ser mejor valorados como artesanos. Además, rescatar y salvaguardar la tradición artesanal heredada de nuestros padres”, señaló Orellana.
Pero la Unesco estableció compromisos asumidos con el Municipio para fortalecer el desarrollo artesanal. Para ello, este Gobierno seccional contrató una consultoría que definió como proyectos prioritarios la creación de un centro de interpretación y capacitación artesanal y la recuperación de diseños en las diferentes actividades.
La intención es vincular a los jóvenes en la orfebrería, calzado, paja toquilla y alfarería, porque identificaron que en la actualidad solo el 10% de los estudiantes de los últimos años de los centros educativos del cantón ven a la artesanía como una profesión.
Otra tarea es el hermanamiento con ciudades creativas. Hay 186 urbes de 72 países que alcanzaron esta nominación hasta el año anterior.
Están por concretar el hermanamiento con Durán, la primera ciudad ecuatoriana, que alcanzó esta nominación en el 2015, y con Milán (Italia) por la experiencia en diseños, dijo Erick Gallpa, coordinador del proyecto de Ciudad Creativa de Chordeleg.
Este cantón azuayo también debe elaborar un documental sobre el hallazgo y pérdida del Patecte de Oro, una pieza cañari encontrada en la zona en 1852 y que tras pasar en custodia por varias familias desapareció.
Andrés Rodas y María José Supliguicha heredaron la capacidad de crear de sus padres y coincidieron en que cada vez a menos jóvenes les interesan las artesanías. “Ellos tienen el potencial para crear las más diversas figuras en barro, calzados y tejer la paja”.
El taller de esta pareja, de 31 y 33 años, está ubicado en la avenida de La Candonga y la tienda reúne obras de arte de todos los oficios. Muchas son sus creaciones y el resto, de otros artesanos del cantón.
Para ellos, las nuevas generaciones tienen la responsabilidad de seguir con los oficios y mantener a Chordeleg como el segundo cantón más visitado de Azuay, después de Cuenca.
Cerca de 13 000 personas al año, en promedio, visitan el cantón durante los feriados en el país, de acuerdo con datos de la Dirección Municipal de Turismo. Esta entidad alista una agenda de actividades culturales para celebrar el primer año de la nominación.
El sábado anterior, Mark Gangeness y Alexannder Kaldor visitaron la galería Zuro Art, de los artesanos Rodas y Supliguicha. Son jubilados estadounidenses. Al menos dos veces al año llegan a Chordeleg para adquirir las artesanías.
En contexto
Chordeleg se unió a la Red de Ciudades Creativas, una iniciativa impulsada por la Unesco desde el 2004. El objetivo es destacar la innovación y la creatividad de los artesanos en la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030; el plan tiene incidencia mundial.