En Cuenca, la ANT tomó las pruebas teóricas a los conductores en computadoras; se les hizo 100 preguntas. Foto: archivo / EL COMERCIO
Con un chaleco verde, camisa manga corta y un pantalón oscuro. Apoyado en una baranda y fumando un cigarrillo. Así estaba el jueves en la terminal de Quitumbe (sur de Quito), Luis Orquera, un conductor de la cooperativa Alóag.
Él es uno de los choferes que no aprobó el examen teórico tomado por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). Solo obtuvo 43 puntos sobre 100 y como mínimo necesitaba 70.
Esta evaluación para conductores de buses intra e interprovinciales comenzó en agosto del año pasado, tras un pedido del Pacto Vial, como una medida para verificar la preparación del personal.
Tras finalizar estos exámenes, la ANT confirmó que el 25% (3 426) reprobó, pero aún manejan las unidades.
¿Ese grupo no debería dejar el volante? Esta pregunta se le planteó la semana pasada al director de la Agencia de Tránsito, Álvaro Guzmán. “La propuesta de trabajo no fue esa. La propuesta fue tomar el curso de actualización y eso es lo que estamos haciendo”, respondió.
¿Cree que esté bien que continúen manejando sin cumplir las exigencias? “No voy a meterme en temas de si está bien o está mal. Simplemente eso es lo que es, eso es lo que hay y eso es lo que hay que cumplir”.
Pero aclaró que esta resolución se tomó en el Directorio de la ANT, antes de que él llegara al cargo. “Esa propuesta se hizo con varios sectores. Trabajamos con operadoras de transporte y sindicatos. Yo no estaba en la Agencia en ese tiempo, pero sé que es un trabajo que se propuso por varios actores”. Cuando arrancó este programa, los integrantes del Pacto Vial ya cuestionaron que los choferes que reprobaran el examen siguieran activos.
Cavat, un centro que apoya a las víctimas por accidentes viales y parte del Pacto Vial, pidió que quienes no aprueben el examen teórico fueran sometidos a un análisis para determinar cómo obtuvieron sus licencias y que mientras dure ese proceso no manejen los buses. Kleber Almeida, representante del Centro, dice que esta petición no se concretó.
Luis Orquera indica que a él solo le dijeron que debe dar la prueba. Él conduce hace 40 años y asegura que no maneja bien la computadora y eso le dificultó para responder las 100 preguntas planteadas.
Los reprobados están obligados a pasar un curso de 20 horas de actualización profesional. Luego deberán presentarse a otra prueba.
En la página oficial de la Agencia se dice que la reactualización de conocimientos comenzó el 10 de diciembre y se extenderá hasta febrero. Se imparte en 93 centros: escuelas de conducción, universidades, sindicatos de choferes y otros. Cuesta entre USD 52 y 120, pues depende de la cantidad de alumnos que se inscriban. Ese valor es costeado por cada alumno, que recibe clases sobre temas técnicos, motivacionales y psicológicos.
Este caso también se conoció en el Sindicato de Choferes de Pichincha. El secretario General, Fabricio Vivanco, dice que es un “peligro” que una persona no esté bien formada en transporte de personas y advierte que las 20 horas de capacitación no son suficientes. “Hay que tomar en cuenta que son personas que no han sido preparadas constantemente y se debería dar más capacitación”.
BiciUnión es otro integrante del Pacto Vial. Sus representantes también se opusieron a que los conductores siguieran manejando, a pesar de no haber aprobado los exámenes.
Para Frank Fuentes, representante del grupo, esta situación evidencia que “todo lo que se dijo en el Pacto solo fue para contentar al público que tenía preocupación por lo que pasaba con la seguridad vial”.
Rosa Carrera, presidenta de la Fundación Corazones Azules, ve con inquietud que los choferes continúen manejando sin estar capacitados. “Esto es una corresponsabilidad de las autoridades. Todo lo que pasa en accidentabilidad empieza por estos temas”.
Entre enero y noviembre en el país se reportaron 23 181 accidentes que dejaron 1 954 muertos y 17 961 heridos.
Las organizaciones sociales que integran el Pacto se reunirán el jueves de la próxima semana. La idea es buscar una reunión con el director de la Agencia de Tránsito y pedir información sobre la evaluación a choferes y otros temas viales.
Los conductores reprobados dicen que no es necesario suspenderlos hasta que pasen el nuevo test y que se debe priorizar la segunda fase, es decir, la prueba práctica que se tomará a fines de este mes.
Luis Yaruscuán, gerente de la cooperativa Espejo, donde laboran 50 choferes, espera que se inicie el examen práctico para determinar si su personal es apto o no para manejar. “La práctica hace al chofer; lo demás es añadidura”. Pero en la primera fase no aprobaron temas básicos como ¿qué significa el pare? ¿En qué situación se usa el pito? ¿Qué significa la luz intermitente del semáforo? ¿Qué hace si bebe en una fiesta y tiene que manejar?
En un andén de la terminal de Carcelén estaba Diego, con pantalones casuales negros y una camisa a rayas roja con blanco. Allí recibía a los pasajeros que embarcaban su bus con destino a El Ángel, en Tulcán.
Él es chofer de la cooperativa Espejo y asegura que las preguntas que le tomaron en el examen teórico eran confusas y que por eso no obtuvo los 70 puntos que necesitaba.
Ahora espera que en su cooperativa le digan dónde puede inscribirse para ir al curso de actualización profesional. “No pueden quitarnos la fuente de empleo, porque de ahí sale el único ingreso mensual para sostener a nuestras familias”.
Washington Herrrera, gerente de la cooperativa Macuchi, que cuenta con 60 choferes, recibió hace tres semanas el listado con los resultados que obtuvo el personal. Pero constató que personas que pasaron el examen constaban como “reprobadas”. Envió una carta a la ANT-Babahoyo para solicitar que se rectifique la información, pero allí le dijeron que espere hasta “que le notifiquen el nuevo listado ”. Aún no tiene respuesta.