Chespirito gana años y no pierde la gracia
Redacción Siete Días
Con libros, circos, obras de teatro, películas y series de televisión, los personajes creados por Roberto Gómez Bolaños, los que él mismo ha interpretado y los que no, saben mantener el éxito por casi cuatro décadas.
La imaginación de Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, no tiene límites. ¿Cuántos personajes se pueden crear a partir de la letra ch? El Chavo, el Chapulín, el Chómpiras, el doctor Chapatín, el Chanfle, Chaparrón Bonaparte... todos hijos de Chespirito, de aquel inmenso comediante que supo mexicanizar el humor de Chaplin y el dramatismo de Shakespeare (Chespirito viene de Shakespearito), para devolver al público un producto con valor universal.
El éxito de la serie ha sobrepasado fronteras e idiomas y tanto ‘El Chapulín Colorado’, como ‘El Chavo del Ocho’ han sido dobladas a otros idiomas como el portugués, el italiano, el alemán, el ruso y el japonés. Y han sido objetos de homenajes y parodias, una de ellas incluso en Ecuador, a cargo del elenco de ‘Vivos’, donde los personajes se presentaban bailando reggaetón.
Para el guionista y catedrático Esteban Fuertes, la serie ha logrado mantenerse gracias a cómo maneja el humor, que resulta común para cualquier espectador. “En cierta forma es un humor muy básico, casi infantil, con elementos del absurdo, repeticiones y llena de ‘gags’ cómicos”.
La identificación de la serie con el público surge de los comportamientos latinoamericanos que se presentan en las series. Chespirito se ríe de sí mismo o de las desgracias que le acontecen y estos se hacen universales por el tratamiento humorístico que tienen.
Estos personajes populares que retratan a gente humilde logran conectar directamente con la simpatía del espectador. Y lo mismo sucede en el caso del Chapulín, quien se presenta como un antihéroe, sin suerte y sin atributos asociados a la fortaleza. En forma de parodia, este personaje, representante de los mexicanos e inhabilitado para resolver físicamente los conflictos, terminaba finalmente venciendo cualquier obstáculo, más por carisma que otra cosa.
A través del humor, Chespirito ha logrado que sus personajes funcionen eficazmente, de tal manera que no solo ha conservado a buena parte de los televidentes que crecieron con sus series, sino que ha sabido captar a nuevas generaciones. Y aunque las premisas de sus series resultan, dramáticamente, básicas han conseguido ser eficaces y conquistar diversos mercados.
En este fantástico universo cómico de la ch, las creaciones de Roberto Gómez Bolaños han bebido de los grandes cómicos universales que supieron dejar su influencia en Chespirito. En muchos de sus capítulos se puede notar la presencia de grandes cómicos del cine silente como Charles Chaplin, Harold Lloyd y El Gordo y el Flaco y de otros más recientes como Jerry Lewis y Peter Sellers.
Pero además de talento, no se puede negar la suerte que ha tenido Chespirito. Sobre todo al contar con un estupendo elenco de secundarios, como Carlos Villagrán, Ramón Valdés, Florinda Meza y María Antonieta de las Nieves, entre otros, que contribuyeron a que este creador sea el mayor ícono de la televisión latinoamericana.