Los ciclistas son usuarios frecuentes del ‘Chaquiñán del Sur’; los bosques son su atractivo. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO.
Lo llaman el ‘Chaquiñán del Sur’. Es un sendero para ciclistas, deportistas y caminantes del Distrito Metropolitano. Recorre alrededor de 20 kilómetros, desde El Trébol (al sur) hasta Cumbayá (valle de Tumbaco).
Tiene una posición y una vista privilegiadas, pues desde cualquier punto de esta ruta natural se puede ver los valles Los Chillos y Tumbaco.
Su trazado cruza un sinuoso camino lleno de remanentes de bosque andino y bosques de eucalipto y pinos. Desde el punto de partida, hasta el kilómetro 5, hay que tener cuidado ya que es un tramo que también es utilizado por vehículos.
En el kilómetro 6 se cruza por uno de los túneles construido para el paso del viejo ferrocarril. Su estado es bueno. Más adelante, a la altura de la autopista General Rumiñahui, se cruza un puente que fue edificado con igual fin.
La frondosidad de eucaliptos centenarios es parte del recorrido en un tramo de 200 metros, cerca del barrio Edén del Valle 5. Allí el viento es fuerte.
En el kilómetro 8, la ruta está sin señalización y hay intersecciones con vías carrozables. Se recomienda transitar con precaución sobre todo cuando se atraviesa Collacoyo. Igual recomendación es para el ramal que se encuentra cerca a la curva de ingreso a la Universidad Internacional.
Después de ese punto, todo es naturaleza pura. Se encuentra, a cada paso, chilca, anís, sanshi, verbena, muilan, ñacha, mora y manzanilla. La diversidad también se observa en la fauna: colibríes, búhos, conejos, tórtolas, zarigüeyas, ardillas, conejos, águilas… En este punto del sendero ya se puede observar en toda su extensión a los valles de Los Chillos y Tumbaco, incluso Machachi. De todo el trayecto de 20 kilómetros, este sector es uno de los más idóneos para construir miradores. De hecho, es lugar obligado para descansar y tomar fotografías.
Teresa Paucar es una asidua visitante del sendero, a sus 40 años, continúa con su práctica del atletismo. Para ella no hay mejor lugar que este. Recuerda que hace unos 12 años, el sector era bellísimo, pero fueron apareciendo dueños de los lotes y superficies de bosque de eucaliptos y pinos han ido desapareciendo, para dar paso a las construcciones; pero esto, reconoce, no le quita su imán.
Entre los kilómetros 13 y 15, en donde se levantan dos pequeños puentes, es necesario una intervención y evitar mayor deterioro de esas estructuras de madera. Allí, sobre todo en el segundo puente, de aproximadamente seis metros de largo, los ciclistas deben bajar de sus bicis para cruzar el ducto.
Los ciclistas son usuarios frecuentes del ‘Chaquiñán del Sur’; los bosques son su atractivo. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO.
Este sendero empata con el conocido Chaquiñán de Cumbayá-Pifo, que también tiene 20 kilómetros. Y este con la ruta Pifo-El Quinche, de 23 kilómetros. Los tres senderos formarán parte de la Ruta Ecológica El Chaquiñán (63K).
La intervención
La repotenciación del enorme sendero beneficiará a más de 135 barrios asentados en sus alrededores. Por esa importancia, la Unidad de Espacio Público desarrollará varias acciones para rehabilitar, por tramos, este atractivo de la ciudad.
Según Julián Portilla, administrador del parque El Chaquiñán, durante el 2015 se realizarán adecuaciones en el tramo Cumbayá-Pifo, luego en las dos rutas restantes.
No olvide
El sendero tiene intersecciones con vías carrozables y no hay señalización. Se recomienda circular con la debida precaución.
Cuando ingrese a la ruta, procure ir en grupo. La falta de señalética hace que el sendero no sea tan seguro en la noche.
A lo largo de la ruta, la neblina y la lluvia leve son regulares, por ello es recomendable que siempre lleve impermeables.
Dos puentes pequeños están en los kilómetros 13 y 15, y hay que ir con cuidado para no caer, pues las tablas están dañadas.