El cese al fuego unilateral y definitivo anunciado por las FARC es una buena noticia.Es la primera vez en 50 años de lucha armada que el grupo subversivo hace un pronunciamiento de esta naturaleza y esto puede allanar el camino hacia un acuerdo de paz definitivo y duradero.
Alias ‘Iván Márquez’ hizo el anuncio, que debió implementarse desde ayer, y puso como condición que no haya ataques de la Fuerza Pública a los guerrilleros. La Casa de Nariño señaló sus puntos de advertencia ante la proclama, aunque saludó con cautela la medida unilateral de las FARC.
El Gobierno colombiano no acepta la condición, para el cumplimiento del punto tres del acuerdo de paz titulado El fin del conflicto, de una verificación previa del Estado de la cuestión planteada por el grupo alzado en armas.
El Gobierno y las FARC llevan un largo diálogo de paz, con puntos de avance y otros períodos de congelamiento que hicieron presagiar su fracaso. El episodio de la captura y liberación de un general del ejército tensaron la cuerda e hicieron que los diálogos se suspendieran momentáneamente.
El compromiso de los guerrilleros debe ser total y no parcial. Siempre se vio como incomprensible que ellos hayan seguido la guerra contra el Estado y los civiles colombianos de modo unilateral mientras se sentaban a la mesa de negociaciones de La Habana.
En 50 años de conflicto las FARC y otros grupos guerrilleros han sido responsables de crímenes atroces y miles de muertes inocentes. Los diálogos, pese a cuestionamientos internos, especialmente del grupo que lidera el expresidente Uribe, deben continuar. Los acuerdos políticos y la reinserción de los alzados en armas a la vida civil es un punto complejo pero que debe acordarse en pro de la paz anhelada.
La vía de la paz ha tenido acompañantes internacionales valiosos. Ahora se acude a grupos como Celac y Unasur. De este último se espera una propuesta para conformar un tribunal internacional.
El cese al fuego abona en terreno fértil.