marcel bonilla / el comercio
Los técnicos y obreros de la empresa Consorcio Verde se hicieron cargo de las obras hace menos de un mes, para edificar 1 000 viviendas hasta finales de este año.
Las primeras 500 casas que se tenía previsto entregar en diciembre del 2016 a los damnificados de Muisne no se levantaron y el ofrecimiento se postergó.
El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) explicó que la demora se debe a las lluvias, que impidieron avanzar con la remoción de la tierra en Bunche. En esa área se reubicará a los damnificados del terremoto del 16 de abril del 2016 y a las familias que deben salir de la isla de Muisne, por ser una zona susceptible de inundaciones y tsunamis.
Bunche está a 1,5 km del centro poblado de Muisne en la parte continental.
El movimiento de tierra en 17 hectáreas ha avanzado un 40%. Sobre ese terreno se conforman las plataformas para levantar 1 000 casas, a cargo de la firma Consorcio Verde.
Esa empresa se hizo cargo de los trabajos desde hace menos de un mes, luego de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército (CEE) diera por terminada su tarea por la falta de un acuerdo contractual con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
El director de esa Cartera de Estado en Esmeraldas, Roberto Gámez, solamente explicó que no hubo un acuerdo y los militares dejaron los trabajos; por esa razón el Miduvi contrató a Consorcio Verde, que debe construir 27 plataformas.
Las primeras cuatro ya están listas. En la plataforma 1, donde se edificarán 30 viviendas, está colocada la tubería para alcantarillado sanitario, según un informe del Miduvi.
La firma tiene a su cargo la construcción de las primeras 300 viviendas, que deberán ser entregadas hasta el 30 de abril, fecha establecida para que se levanten todos los albergues, donde viven quienes perdieron todo en el terremoto. Las 700 restantes serán construidas hasta finales del 2017.
Juan Vera, una de las personas que estuvo en un albergue de Muisne, cree que hasta abril será imposible que todas las personas tengan las casas ofrecidas, porque falta mucho por hacer en el área.
Los damnificados que se encuentran en cinco albergues, entre Muisne, Chamanga y Portete, están desesperados por tener sus casas, ya que enfrentan inconvenientes por el fuerte invierno que se siente desde diciembre.
Además, la convivencia no es fácil. Pedro Cheme tiene dos familiares que viven en los albergues Muisne 1 y 3. Cuenta que pese a que reciben comida y asistencia médica, desde hace nueve meses, sus parientes se sienten incómodos porque en una carpa viven hasta seis personas.
Cheme recibe a sus parientes los fines de semana en su casa que están en Pueblo Nuevo, porque buscan distracción fuera del albergue.
En las carpas que están en Chamanga habitan hasta ocho personas de una mismo grupo familiar. Cuando son familias numerosas se dificulta el desplazamiento interno por la aglomeración.
Fricson Reina y Celeste Ortiz tienen seis hijos y viven en el albergue Chamanga 2. “Hemos sido calificados para las casas, porque perdimos la nuestra con el terremoto, pero han pasado ocho meses y no las recibimos”, comentó Reina.
Juan Carlos Caicedo, excoordinador del albergue Chamanga 2, contó que una de las preocupaciones de las familias albergadas es el deterioro de las carpas. “El agua lluvia entra por el techo de las carpas, porque se han roto por el tiempo de uso”, señaló.
En Chamanga, donde deben construirse 434 viviendas, hace tres semanas empezó el movimiento de tierra (5%) en 13 hectáreas de terreno.
Bayardo Ramírez, coordinador zonal del Miduvi, Zona 1, responsable de contratar la construcción de las vivienda, insistió en que las lluvias han incidido en la lenta preparación del terreno, pero hay el compromiso de entregar las primeras 300 viviendas para Muisne en abril de este año.
Por eso se agilitan los trabajos en la vía a Bunche, donde la maquinaria pesada del Consorcio Verde trabaja en el movimiento de tierra y conformación del suelo, para las 27 plataformas.
El delegado provincial de la Secretaría de Reconstrucción, Betto Estupiñán, indicó que articula con las entidades responsables para agilitar la construcción para los damnificados de Muisne y Chamanga.
La inversión en las 1 000 casas y las obras de urbanización con todos los sistemas eléctrico, agua y alcantarillado en Muisne será de USD 30 millones, mientras que en Chamanga suman USD 10 millones.