Patricia Vera arregla las camisetas con mensajes de apoyo a su poblacion de Canoa. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
“Tu compra me motiva”. Esta es la frase que resalta en uno de los restaurantes de la playa de Canoa. Los comerciantes cuentan que sus ventas han mejorado en los últimos tres fines de semana, gracias a un campeonato de surf y al feriado de la semana pasada.
Hay optimismo por parte de estos vendedores. El domingo 5 de junio del 2016 fue el mejor día, asegura Cristina Valencia, dueña de una de las cabañas que oferta comida y bebidas.
Ella perdió su casa de dos pisos y todo lo que tenía en ella. Ahora vive en un albergue provisional con cinco integrantes de su familia. Su local no sufrió daños pero perdió todos los implementos de trabajo. “No nos quedó ni un plato en el negocio, pero poco a poco, con el trabajo de cada día vamos comprando cositas para poder seguir trabajando”.
Orlando Vera prefirió plasmar mensajes en las camisetas que vende. “Si disfrutaste de Canoa no nos olvides, vuelve”, dice la camiseta más vendida. Patricia Vera, hermana del propietario, cuenta que este fin de semana tuvieron bastantes clientes, que compraron hasta cuatro y cinco camisetas.
“Canoa, del polvo con sabor a arena nos levantaremos”, “Terremoto 7.8 grados, canoa necesita urgente un inspector de hilo dental”, “Canoa no se hunde rema… rema… rema… que sobreviviremos”, son algunas de las leyendas que decoran las camisetas para ofrecer a los turistas.
La vendedora dice que su tierra quedó devastada. Sin embargo, luego de 15 días, del terremoto del 16 de abril del 2016, retomaron su negocio y decidieron hacer creaciones con mensajes de aliento.
Un grupo de compañeros de trabajo que pasean por la playa no opina igual que los comerciantes. Ellos consideran que Canoa luce desolada y hace falta que más turistas visiten las diferentes zonas de Manabí.
Lorena, Lidia, Andrés, Jhon, Leonardo, Luis, Raquel y Humberto son parte de una cadena de peluquerías. Llegaron a Manabí para cortar gratuitamente el cabello de las personas albergadas junto a la iglesia de Bahía de Caráquez. Son 14 personas en total y planean seguir con la iniciativa cada semana en diferentes zonas de Manabí que fueron afectadas por el sismo.