Tres hoteles, según la secretaria de la Política Paola Pabón, abrieron sus puertas. Además la funcionaria pudo conversar con dueños de restaurantes que ya pusieron a funcionar sus negocios. Fotos: Armando Prado/EL COMERCIO
Jama y El Matal, poblaciones de Manabí, todavía no están aptas para recibir a turistas, informó la secretaria de la Política, Paola Pabón, quien es la encargada del Ejecutivo para coordinar acciones en este sector.
Ella precisó que en ambas localidades se desarrollan labores de remoción de escombros. Dijo que los voluntarios que quieran aportar con las víctimas del terremoto podrían realizar labores en estos sectores.
En Jama todavía es evidente la devastación. La capilla de la ciudad está destruida, al igual que decenas de casas. En las oficinas de la parroquia, siete mujeres hicieron fila a las 15:00 del sábado 30 de abril del 2016.
Entre ellas estaba Raquel De la Cruz, oriunda de La Filomena, que indica que le hacen falta mosquiteros y otros insumos para atender a familias que se quedan en su casa, tras haber perdido sus viviendas.
El párroco Leonel Zapata comentó que la Iglesia trata de ayudar a todos. Sin embargo, reconoció que existe abuso de ciertas personas que hacen fila por tres ocasiones para recibir suministros. Por eso, implementaron un horario de entrega que se hace cada ocho días desde las 17:00.
Pabón aclaró que el balneario de Canoa sí está listo para recibir a turistas. Ella observó que tres hoteles abrieron sus puertas y pudo conversar con dueños de restaurantes, que ya pusieron a funcionar sus negocios.
Ellos le habrían expresado su deseo de abrir las puertas para que los turistas pierdan el miedo de visitar Manabí. Este domingo se prevé una minga para reactivar la producción.
En Bahía de Caráquez también se evidenció cuatro restaurantes abiertos, al igual que pequeños hoteles y hostales que no fueron afectados por el sismo.
Vicente Delgado, dueño del Muelle 1, mencionó que la lucha se la hace con alegría. Recordó que superaron otros desastres que se produjeron en 1998. “Imagínese que sobrevivimos al terremoto de Bahía, el Fenómeno de El Niño, la mancha blanca del camarón y hasta el feriado bancario”, señaló con una sonrisa.