Tegucigalpa. Reuters
Honduras cerró estaciones de radio y televisión después que el Ejército encabezó un golpe de Estado, el fin de semana, en un apagón mediático que ha desatado la condena de un grupo internacional a favor de la libertad de prensa.
Poco después de que los militares derrocaron al presidente Manuel Zelaya y lo llevaron a Costa Rica el domingo último, soldados irrumpieron en una popular estación de radio y suspendieron la transmisión de la cadena CNN en Español y Telesur, con sede en
Venezuela y patrocinada por gobiernos de izquierda en Sudamérica. Un canal pro gubernamental también fue cerrado.
Unas pocas estaciones de radio y TV seguían ayer transmitiendo música tropical, novelas y programas gastronómicos. Pero hacen poca referencia a las muestras de repudio o la condena internacional del golpe de Estado. “El Gobierno espurio nos está violando el derecho de tener información, bloqueando las señales de los canales como CNN”, dijo Juan Baraona, un líder de las protestas, mientras una barricada de neumáticos quemados lanzaba columnas de humo negro al cielo. CNN en Español es el canal de la cadena estadounidense CNN.
Otros criticaron a los dos principales diarios hondureños y dijeron que aún operaban sus versiones en Internet solo porque apoyaban el golpe de Estado. “Tanto El Heraldo y El Tribuno son los que armaron el complot para el golpe de Estado y algunos canales de televisión de la oposición”, dijo Erin Matute, un empleado del sector salud.
Algunos hondureños han optado por usar la red social en Internet Twitter para demandar el fin del bloqueo informativo, en tanto que otros manifestantes quemaron o destrozaron puntos de venta del diario El Heraldo y los usaban como barricadas para bloquear las calles aledañas al Palacio Presidencial.
La organización Reporteros sin Fronteras, con sede en París, también criticó los cierres.