Una campaña para evitar el uso de la palma de cera se realiza en el parque Cevallos, en el centro de Ambato. Fotos: Modesto Moreta/ EL COMERCIO.
El arrayán, sigse, romerillo, totora, rama de maíz y otros materiales son las opciones que los técnicos del Ministerio del Ambiente promocionan para que se use el ‘Domingo de ramos’ a cambio de la palma de cera. La campaña se inició el lunes 23 y se extenderá hasta el sábado 28 de marzo del 2015.
Para eso, se armó en el parque Cevallos, en el centro de Ambato, en Tungurahua, una carpa donde se exhibe varios tipos de adornos elaborados con algunas especies silvestres alternativas. Un grupo de jóvenes voluntarios del Servicio Civil Ciudadano imparten las charlas de concienciación para evitar la compra de la palma de cera que es el hábitat de los loros orejimarillo y el perico cachetidorado.
Germánico Medina, técnico del Ministerio del Ambiente en Tungurahua, aseguró que esta planta crece en las estribaciones de las cordilleras y llega a su etapa de madurez a los 80 años, puede alcanzar los 30 metros de altura.
Al tumbar una de estas palmas afecta a la alimentación no solo de los loros o pericos que se alimentan de su fruto, sino otras aves, reptiles y mamíferos.
“Estamos controlando con el apoyo de la Policía Ambiental, Municipal y del personal del Ministerio. Lo que no queremos es incautar las palmas cortadas, porque el daño estaría hecho. Lo que buscamos es que no salga desde de las zonas donde crece esa especie”, manifestó Medina.
La más interesada en utilizar estas especies vegetales alternativas es Teresa Acosta. La ambateña explica que las campañas son una forma de proteger el ambiente. “No sabíamos que eran el habitad para varias especies. Ahora utilizaremos ramas de romerillo o maíz, creo que es una buena idea, pues es una tradición usar la palma en Semana Santa debe ir cambiando”, dijo Acosta.
En los alrededores del parque Cevallos otros 10 jóvenes explican los beneficios de no usar la palma de cera el domingo. Diana Clavijo, una de las voluntarias, aseguró que la idea es llegar con el mensaje a los niños, jóvenes y adultos. “El objetivo es que la gente no compre, no corte y no destruya la palma de cera”.
A la campaña se sumó la Policía Ambiental. Luis Caraguay, integrante, afirmó que este año los controles se iniciaron con anterioridad, antes de que se corte la palma. “El año pasado dio resultados, fue poco lo que se vendió en las salidas a las iglesias”.