Pablo Arosemena es el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil desde 2014. Foto: Mario Faustos Archivo / EL COMERCIO
“Es una serie de medidas esencialmente recaudatorias”. Así calificó el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), Pablo Arosemena Marriott, al plan económico que presentó el primer mandatario Lenín Moreno, la noche del miércoles 11 de octubre del 2017.
Este jueves, Arosemena señaló que el anuncio no fue muy distinto a lo se había hecho en años anteriores. Señaló que son medidas que “no reactivan el comercio ni resuelven el hueco fiscal. Vemos más hueso que carne”, dijo. Aunque celebra que el Gobierno reconociera necesario eliminar el anticipo del Impuesto de la Renta (IR), rechaza que aplique solo a empresas con ventas menores de USD 300 000 anuales.
Lo cataloga de positivo pero discriminatorio. “Porque las empresas que no están consideradas en ese rango son las que generan mayor cantidad de ingresos para el fisco, generan más empleo y dinamismo económico”. Propuso que la eliminación sea ampliada a todos los sectores.
La CCG difundió también un análisis que cita la Superintendencia de Compañías para sostener su argumento. Dijo que en el 2016 el 72% de las empresas que tuvo ventas anuales menores a USD 300 000 solo representaron 2% del total de los ingresos generados por todas las compañías. De ahí que eliminar el pago anticipo del IR a estas empresas le supondría al Gobierno una pérdida de USD 9 millones anuales en sus ingresos fiscales, que sería 5% del anticipo pagado por el sector empresarial.
Con respecto al incremento del IR del 22% al 25% para las sociedades, señala el gremio que generaría ingresos por USD 206 millones, pero pérdidas de aproximada de USD 13 millones por las exoneraciones.
Arosemena dijo que subir impuestos destruye la estabilidad tributaria de la que se ha hablado.
“El enfoque no debería ser cómo generarle más recursos al fisco (…) lo correcto sería pensar en cómo el Estado se puede achicar”, añadió. Pues considera que se le debe “poner en forma” y reducir hasta 15% del gasto público improductivo.
La Cámara calificó de erróneo el enfoque del Gobierno sobre la dolarización, pues el Presidente mantendrá el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD). Según Arosemena, también afecta la necesidad de incentivos para repatriar el capital.
Afirma que si se pretende subir aranceles e impuestos a las importaciones los productos se encarecerán, se reducirá el capital de trabajo del comerciante y afectará al empleo. No habrá, entonces, tal incentivo. “Insistimos: la salvaguardia fue una salvajada y cualquier medida parecida, con el nombre que le quieran poner, se traducirá en una afectación”.
Con respecto a las contrataciones laborales, la CCG pide mayor claridad sobre cuáles serán las nuevas modalidades. Señala que según el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial lo que más le resta competitividad a Ecuador es la rigidez del mercado laboral. Afirma que es muy costoso y difícil generar nuevas plazas de empleo.