Los cadáveres sin identificar, que resultaron después del terremoto de Manabí y Esmeraldas, cumplirán con un proceso de levantamiento de información antes de ser sepultados. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Ocho cadáveres que aún no han sido identificados, hasta el martes 19 de abril del 2017, serán enterrados en espacios individuales. Así lo confirmó la tarde de este miércoles la Fiscalía General a través de un boletín de prensa.
Los cuerpos se encuentran en Manta, una de las ciudades manabitas más golpeadas por el terremoto de pasado sábado 16 de abril. En total, la Fiscalía determinó 570 víctimas mortales en esa provincia hasta hoy miércoles.
Según el comunicado, que no detalla cuándo se realizarán las inhumaciones, cada una de las víctimas estará en un sitio que tendrá una numeración y que se adjuntará al protocolo internacional aplicado para casos de cadáveres que no son reconocidos por sus familiares.
“Ante la tragedia, se tomó esta decisión para evitar que se desborde la capacidad de los sitios de acopio de cuerpos, aún más considerando las condiciones climáticas de la zona que dificultan la conservación, lo que generaría riesgos sobre todo de insalubridad”, dice el comunicado.
El domingo pasado, el fiscal Galo Chiriboga aseguró que los centros forenses de Manta, Esmeraldas, Machala y Santo Domingo sufrieron daños en su infraestructura por el sismo. Por esa razón, en el caso de Pedernales, el estadio es utilizado para el registro y entrega de los cuerpos.
Mediante la Resolución 024, del domingo 17 de abril, el Fiscal dispuso a 46 fiscales, 17 médicos forenses y 25 secretarios la tarea de asistir a los levantamientos, realizar reconocimientos y evacuación de los cadáveres en los sitios de desastre. Además de usar dos formularios. El primero para las víctimas identificadas por familiares.
El segundo es el formulario IVC de Interpol se usa para los casos de personas NN o sin identificar. Se trata de una guía de 15 páginas en la que se registran datos tomados del cuerpo como huellas dactilares, señas particulares (lunares, cicatrices), tatuajes, vestimenta. También, a las víctimas se les extrajeron muestras de sangre y humor vítreo (líquido transparente y gelatinoso del ojo) que sirve para extraer una muestra de ADN.