Una investigación publicada en la prestigiosa revista Environmental Research: Ecology recoge conclusiones sobre los efectos de la variabilidad climática pasada y actual en la productividad forestal global. El autor principal del estudio es, Winslow Hansen. Ecólogo del Instituto Cary de Estudios de Ecosistemas, explica que los patrones climáticos globales se están volviendo cada vez más variables y extremos. Amenazan la salud y la productividad de los bosques.
¿Están las regiones forestales que experimentaron condiciones más variables en el pasado mejor preparadas para tolerar un clima variable ahora y en el futuro?”. Hansen señala que eso es lo que el equipo científico quiso responder.
Para ello analizó los registros climáticos globales durante dos períodos de estudio de 20 años: 1950-1969 y 2000-2019. De esta forman, identificar tendencias regionales en la variabilidad climática. Estos incluyeron temperaturas medias, mínimas y máximas mensuales, precipitación total y déficit medio de presión de vapor (medida de qué tan seco está el aire).
Más adverso, más fuerte
El ‘índice de vegetación mejorado’ (EVI) es una medida de ‘verdor’, un indicador confiable de la cubierta de hojas y la productividad forestal. Los satélites Modis Aqua y Terra de la NASA producen un mapa cada ocho días. Al combinar los datos climáticos con los registros de estos satélites, los expertos pudieron evaluar cómo la variabilidad del clima en el pasado y en el presente determina la productividad actual de los bosques.
Así descubrieron que las regiones en las que la temperatura era más variable en el pasado siguen experimentando una mayor variabilidad térmica en la actualidad. Los bosques de estas regiones tienden a tolerar mejor esta creciente variabilidad. Los lugares en los que la variabilidad histórica de la temperatura era 0,66°C mayor que la media mundial, los bosques eran 19 veces menos sensibles a la variabilidad actual de la temperatura.
Naomi Schwartz, de la Universidad de la Columbia Británica (Canadá), explica que aunque los modelos climáticos prevén un calentamiento general relativamente modesto en los trópicos durante el siglo XXI, se espera que la variabilidad de la temperatura año a año aumente sustancialmente. “Nuestro análisis indica que los bosques tropicales podrían verse más afectados por los efectos de la creciente variabilidad que por el aumento de las temperaturas medias”.
La historia es diferente en el bioma del bosque boreal. “Las tendencias de calentamiento decenal, y los efectos exacerbados en los incendios y brotes de insectos pueden amenazar a los bosques boreales. Más que la variabilidad interanual de la temperatura”, añade Schwartz, quien es también coautora de la investigación.