Kunduzy Berlín. AFP y DPA
El ataque aéreo de la OTAN registrado el pasado viernes en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, mató a 54 personas, entre ellas seis civiles, incluido un niño, declaró el gobernador de la provincia, Mohamad Omar.
En total, 54 personas murieron en los bombardeos de la OTAN, y entre los muertos, “48 hombres han sido identificados como armados, mientras que el resto eran civiles”, precisó Omar.
Otras dos personas, el conductor de uno de los camiones y su hijo, murieron tiroteados por los talibanes antes del bombardeo, añadió el gobernador.
Por otra parte, 15 personas resultaron heridas, incluidos dos talibanes, según Omar. Al menos dos niños se encuentran entre los heridos, que sufren graves quemaduras, según testimonios recogidos en hospitales próximos.
La OTAN bombardeó el viernes por la mañana dos camiones cisterna que habían sido robados por los talibanes.
Según relataron testigos del ataque, decenas de personas se encontraban junto a los camiones para recoger carburante, invitados por los talibanes, cuando cayeron las bombas junto a orillas del río Kunduz.
El sábado, el comandante de la fuerza de la OTAN en Afganistán (ISAF), el general estadounidense Stanley McChrystal, prometió la apertura de una “ investigación completa” del ataque aéreo. El presidente afgano Hamid Karzai evocó en un primer momento un balance de 90 muertos y heridos.
El ministro de Defensa alemán, Franz Josef Jung, rechazó ayer las críticas de la comunidad internacional al Ejército germano por el ataque de la OTAN. Al mismo tiempo, desmintió que en el ataque aéreo contra dos camiones cisterna hubieran muerto 125 personas, entre ellas numerosos civiles, tal como afirman medios estadounidenses. Jung defendió la decisión de los comandantes alemanes en Kunduz.
Otra denuncia
El diario estadounidense The Washington Post denunció ayer que el ataque de la OTAN violó las reglas de la organización. Estas buscan reducir el número de bajas civiles en sus incursiones.
Según el diario, el ataque fue ordenado por un comandante alemán de las fuerzas de la OTAN en base a una única fuente.
La directiva establece que las fuerzas de la OTAN no pueden bombardear viviendas en base a información procedente de una única fuente.