En La Paz, Bolivia, se hicieron filas para votar en una escuela. Hubo aglomeraciones. Foto: EFE
Las elecciones de Bolivia dejan elementos de análisis para el Consejo Nacional Electoral (CNE), de cara a los comicios generales del 2021. El país andino puso a prueba sus sistemas informáticos y aplicó planes de bioseguridad, para el sufragio en medio de la pandemia del coronavirus.
Una de las decisiones que adoptó el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) 24 horas antes de las votaciones fue suspender el Programa de Difusión de Resultados Preliminares. Las misiones de observación de la OEA, Uniore y el Carter Center, informaron que esto se aprobó por unanimidad “al no poder garantizar su funcionamiento óptimo”.
En Ecuador, el CNE no contempló dentro del presupuesto incluir el sistema de conteo rápido para las votaciones presidenciales. Así lo contó José Cabrera, consejero del bloque de mayoría. Sin embargo, la semana anterior se aprobó el reglamento para personas naturales interesadas en hacer encuestas a boca de urna.
Cabrera advierte que el organismo debe generar resultados oficiales y no crear “expectativas”, más aún con el gran número de candidatos. Hasta ayer, 19 de octubre del 2020, ya sumaban diez binomios presidenciales inscritos en firme y otros siete pugnan por participar. En Bolivia, solo hubo cinco fórmulas.
Para el consejero de minoría Luis Verdesoto, en Bolivia quedó en evidencia la necesidad de contar con un sistema de transmisión de resultados que esté probado y que no genere retrasos. Recordó que se sugirió al Pleno del CNE implementar un sistema de conteo rápido de votos con lápices electrónicos, que implicaba un gasto menor para el muestreo.
Enrique Mafla, experto informático y exasesor del CNE, cree que el organismo debe acatar las recomendaciones de Contraloría y de las Misiones de Observación para no repetir errores. “La lentitud en el procesamiento de las actas en Bolivia fue inexplicable e inexcusable; sobre todo si se toma en cuenta el ambiente social y político de ese país”.
Justamente, la noche de ayer el Pleno del CNE fue convocado para tratar el reglamento del Sistema Electoral de Transmisión y Publicación de Actas y Resultados (Setpar). Según Cabrera, con la normativa “se incorporará las recomendaciones de Contraloría” y se viabilizará que las actas de escrutinio tengan un certificado de firma electrónica, para tener mayores seguridades. Agregó que se amplían los mecanismos de difusión de resultados oficiales, a través de aplicativos móviles y redes sociales.
El Tribunal Contencioso Electoral es lugar de tumultos en estos días de inscripciones. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Enrique Menoscal, director de Centro Democrático, parte de la Alianza Unes, cree que se debería mantener en Ecuador el sistema de conteo rápido oficial del CNE. Y también garantizar que los encargados de hacer sondeos a boca de urna estén capacitados para efectuar un estudio confiable.
Verdesoto resaltó que en Bolivia se permitió que los actores políticos fotografíen las actas, para cotejarlas con las que se subían al sistema oficial.
César Monge, director nacional de Creo, cree que fue un error no haber contemplado el conteo rápido, pues considera que es un muestreo que sirve para establecer controles cruzados. El dirigente critica la falta de transparencia del CNE y explicó que ya están conformando equipos para hacer control político, a escala nacional, el día de las votaciones.
En cuanto al día del sufragio, en Bolivia se organizó la jornada de votación, dividida en dos grupos, dependiendo del último dígito de la cédula. Pese a esto, se reportaron aglomeraciones, sobre todo en los recintos electorales que contaban con más de un piso. Verdesoto cree que esa iniciativa sería factible de replicar en Ecuador.
Cabrera pide que las organizaciones políticas y los postulantes también colaboren para evitar aglomeraciones. Recordó que en la fase de inscripción de candidaturas muchos acudieron presencialmente al CNE, sin acatar los protocolos.
Dentro de las directrices aprobadas, el CNE planteó la contratación de personal para que se ubique en las puertas de ingreso de los recintos electorales. Se propone incorporar a cerca de 4 276 coordinadores de bioseguridad, pero el tema aún está en discusión.
El TSE de Bolivia incluyó en las maletas electorales elementos como alcohol gel, mascarillas, papel higiénico, entre otros insumos para evitar contagios.
Diana Atamaint, presidenta del CNE, indicó semanas atrás que como parte de la revisión del presupuesto con el Ministerio de Finanzas se planteó que la Cartera de Salud se encargue de proporcionar los elementos de bioseguridad. Sin embargo, todavía no hay nada concreto.
Por ahora, el CNE recibió un desembolso de USD 5,1 millones para llevar adelante los procesos de contratación para el área informática. Los consejeros de mayoría reconocen que hay retrasos, pero dicen que aún los pueden corregir.
En contexto
El CNE aún no tiene certezas del presupuesto con el que contará para la reingeniería del sistema informático, ni para aplicar protocolos de bioseguridad en la jornada de sufragio. El organismo sigue en conversaciones con el Ministerio de Finanzas.