Redacción Quito
Los incendios forestales continúan en la capital. Ayer, a las 12:00, una humareda alertó a los guardabosques y a la gente de limpieza del Parque Metropolitano. Ellos son parte del Plan Fuego y empezaron a extinguir las llamas.
Paralelamente se llamó a los Bomberos, quienes llegaron con tres motobombas y lograron controlar las llamas a las 13:00. Según el informe de los Bomberos y de la Administración del parque, se quemaron dos hectáreas; en el terreno había matorrales y otro espacio pequeño de árboles.
Mario Vásconez, director del espacio verde, explicó que el fuego empezó en la quebrada Ashintaco. “Hubo una intervención rápida de los Bomberos. Además, 50 personas ayudaron a controlar el fuego en el parque”. Vásconez y los Bomberos desconocían hasta ayer las razones que causaron este incendio forestal.
Cerca del lugar del foco del fuego hay cables de alta tensión. Por eso, la Empresa Eléctrica Quito acudió a la zona. Los técnicos verificaron que no hubo daños en ninguno de los cables.
Los Bomberos trabajaron con el apoyo de guías forestales. Las motobombas se distribuyeron por la zona afectada para combatir las llamas. Eso permitió controlar el fuego y evitar su propagación.
En esta zona, según el consorcio Ciudad-Ecogestión, administrador del Parque, se realizan investigaciones sobre flora y fauna. El área es un reducto preservado de bosque andino, donde habitan venados de cola blanca, chucuris, llamas, raposas…
En tanto, el comandante del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano, Atahualpa Sánchez, dijo que se han atendido 825 llamadas de emergencia. “La mayoría de los flagelos es provocada por la mano inescrupulosa del hombre”, dijo Sánchez ayer en una entrevista para Ecuadoradio, del Grupo EL COMERCIO.
El Plan Fuego todavía no determina con exactitud cuántas hectáreas se han quemado en este verano. Sin embargo, los Bomberos calculan que ya se superan las 217 hectáreas y se contabilizan 45 incendios forestales de gran magnitud; existen detenidos.
Manuel Sánchez, jefe del Plan, explicó que esperan los informes de los sectores afectados para determinar las hectáreas incendiadas. En las laderas del Pichincha se mantiene vigilancia con grupos de cinco bomberos para evitar la reactivación de las llamas.
La medida se aplica luego de que el pasado martes y miércoles se incendiaron 35 hectáreas. Los vecinos de los barrios La Primavera y La Primavera Alta también colaboran en la vigilancia.