Redacción Cultura
Aurelio Valdez explica a la migración haciéndose una pregunta: ¿qué pasaría en el bosque si de pronto se fueran los pájaros?
Esa idea, que luego plasmó en un afiche, le valió el segundo lugar en un concurso que se realizó dentro de la III Bienal Internacional del Cartel, realizada en Bolivia, del 18 al 21 de noviembre.
El concurso fue abierto para diseñadores de cualquier lugar del planeta. La condición era presentar afiches que tratasen el tema de la migración. El primer lugar fue para un diseñador brasileño, con un tríptico. El segundo, para Valdez, ecuatoriano de 34 años que hace ocho se dedica al diseño gráfico.
Quizás usted ya vio su trabajo: él realiza los afiches de la Fiesta de la Música en la Alianza Francesa, también hizo los carteles de los festivales de arte en la calle.
“Yo trabajo en imagen corporativa, empaques, páginas web… sin embargo, lo que más me gusta es hacer afiches”, dice con entusiasmo. Hace unos meses, en la página web de Grafitat, encontró el anuncio del concurso.
Nunca antes había participado en un evento internacional, por eso se emocionó mucho cuando le informaron que estaba dentro de la selección oficial.
Había carteles de Colombia, Israel, Japón, Rusia, Estados Unidos, México… eran tantos diseñadores y tantos países que casi no lo creyó el 20 de noviembre, cuando Esteban Salgado, el director de Grafitat, lo llamó para contarle que había logrado el segundo lugar de la competencia.
En su oficina, en el norte de Quito, el cartel ganador se destaca. Es el más grande de todos los afiches que adornan las paredes.
En un fondo azulado se ven las siluetas de árboles delgados, rotos, tristes. De algunos cuelgan nidos vacíos. En uno que otro, existen huevos que todavía no se convierten en polluelos.
Sin embargo, no existen aves. Todas se fueron. Para Valdez, el bosque es la ciudad de los emigrantes, un lugar solo, triste, de hogares rotos, ya vacíos.