La asambleísta Paola Vintimilla (c) participa en un plantón para reclamar la desnaturalización de Julian Assange hoy miércoles 31 de octubre del 2018, frente al Palacio de Carondelet en Quito. Foto: EFE
La asambleísta del Partido Social Cristiano Paola Vintimilla reclamó este miércoles, 31 de octubre del 2018, la desnaturalización del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en un plantón frente al Palacio de Carondelet en el que sus seguidores chocaron con otros que pedían la libertad del exvicepresidente Jorge Glas.
Vintimilla explicó que se le debe retirar la nacionalidad a Assange porque “no ha hecho ningún mérito más que vivir a costa de los ecuatorianos” para disponer de ella, al tiempo que criticó que al Gobierno de Ecuador le ha costado seis millones de dólares “mantenerlo” en Londres.
“Solo le dieron la nacionalidad, lo más preciado que tenemos los ecuatorianos, para que se vaya de diplomático a Moscú, eso era lo único que le interesaba”, esgrimió la asambleísta ante la mirada de una treintena de sus partidarios.
Vintimilla también puntualizó que espera mostrar las pruebas que tiene contra la naturalización del fundador de WikiLeaks al presidente Lenín Moreno después de que éste dijera que no las conocía.
La política recordó que no está “peleando” por la cuestión del asilo político del fundador de WikiLeaks, “una cuestión muy delicada que le pertenece al Gobierno ecuatoriano”, sino por la nacionalidad que se le ha concedido.
“Para mí no existe mejor día que hoy (31 de octubre), más simbólico que el de la fiesta del Escudo nacional, para venir a reclamar la nacionalidad que le entregaron”, proclamó la asambleísta.
Un grupo de personas sostienen carteles con la imágenes del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas durante una concentración de apoyo frente al Palacio de Carondelet hoy, miércoles 31 de octubre de 2018, en Quito. Foto: EFE
Antes, hubo algunos momentos de tensión entre los seguidores de Vintimilla y medio centenar de simpatizantes del exvicepresidente Jorge Glas, que acudieron ante Carondelet para pedir su liberación.
Unos y otros empezaron a increparse y una veintena de policías antidisturbios tuvo que intervenir para impedir un enfrentamiento.