Redacción Quito
Con un beso en la mejilla, un abrazo y una gran sonrisa, Marcela Vega saluda todos los días a sus amigas. Ella dice que de esta forma es más fácil empezar la mañana.
Vega tiene 22 años, pero desde los 5 ha cultivado grandes amistades. Ella asegura que aún mantiene contacto con sus amigas de la escuela y el colegio.
Los sitios de encuentro
La Plaza Foch es uno de los sitios más frecuentados por personas de entre 22 a 35 años . Desde las 16:00 las esquinas de este sitio se llenan de amigos y novios.
En la Plaza de las Américas es común ver a chicos desde los 14 años. Este lugar, que tiene salas de cine y varios restaurantes, es el preferido por los adolescentes.
En el sur el centro comercial El Recreo es el más frecuentado. Las personas encuentran ahí el lugar indicado para entablar sus relaciones de amistad.
Las personas de la tercera edad también tienen un lugar de encuentro. La Plaza Grande es el refugio de quienes pasaron su vida entera trabajando por Quito. Y es precisamente en la etapa colegial donde los quiteños van generando lazos de amistad. Pero, a pesar de esto, también son reservados y conservadores. Para Carlos Freire, psicólogo, esta característica es una suerte de herencia, ya que a la gente de la Sierra se le ha enseñado a no dar todo de sí ni expresar libremente sus sentimientos.
En esto coincide Andrea Trujillo, estudiante. Ella dice que aunque se considera una persona sociable, amiguera, expresiva y sencilla, tiene temas que no los comenta con nadie.
Liliana Bolaños no comparte esta idea. Ella asegura que siempre ha sido una persona muy abierta y amigable, por eso cualquier sitio es ideal para sentarse a conversar con un amigo.
Fuera de los colegios, en los parques, en las cafeterías, en los cines y en los centros comerciales, los amigos se reunen para platicar mientras caminan , toman un café o un helado.
El parque La Alameda, en el centro, se llena de chicos desde las 12:00. Estudiantes de los colegios Mejía, Pichincha y hasta del Montúfar llegan para visitar a las alumnas del Colegio Espejo. El churo de La Alameda es el sitio de encuentro. Ricardo Oña se reúne todos los días con dos amigas de ese colegio y tres amigos del Mejía. Mientras caminan por el parque, Oña y sus amigos deciden cuál será el plan de la tarde. Casi siempre deciden ir a jugar PlayStation en la casa de uno de los chicos o en algún centro comercial de la ciudad.
Patricio Molina, en cambio, prefiere ir a una cafetería, aunque no tiene ninguna en particular, dice que lo que le gusta de estos lugares es la privacidad que tiene y que puede estar cómodo para hablar de cualquier tema.
Según Freire, la manera en la que se manejan las relaciones personales y de amistad van cambiando de acuerdo con la edad de las personas. Aunque asegura que algunas amistades que nacen en la niñez pueden perdurar por toda la vida.
Álvaro Valarezo y Manuel Cobo son amigos desde que tenían 11 años, actualmente tienen 23. Ellos se conocieron en la escuela y aunque tienen diferentes gustos y opiniones aseguran que las cosas que tienen en común han hecho que su relación dure tantos años. Se consideran los mejores amigos. “Hemos estado juntos en las buenas y en las malas, él duerme en mi casa y yo en la suya y hasta somos hinchas del mismo equipo”, asegura Valarezo.
Freire explica que aunque en el pasado el quiteño era una persona reservada, este concepto ha cambiado. “Quito es una ciudad cosmopolita y eso ha hecho que las actitudes y forma de ser del quiteño se modifiquen, convirtiéndolo en un buen anfitrión”.
‘Un amigo es un verdadero tesoro’
Punto de vista Patricia Estrella/ Estudiante de Comunicación
Nosotros nos caracterizamos por ser abiertos y sociables, por brindar siempre una sonrisa y ayuda a quien lo pide.
Queremos tanto a nuestra ciudad y a las personas que viven en ella que las cuidamos como un tesoro. Conseguir amigos verdaderos es difícil, por eso cuando los encontramos nos mantenemos a nuestro lado por siempre.
Yo me veo con mis amigos verdaderos frecuentemente, porque creo que la mejor manera de que una amistad dure es darle la importancia necesaria. Es como tener un novio, le debes dar tiempo, cariño y mimos para que no se pierda lo que has logrado.
Mis amigos son parte muy importante de mi vida, yo les cuento todo y tengo tanta confianza que puedo hablar con ellos de cualquier tema sin sentir vergüenza ni temor de hacerlo.
Un amigo jamás te juzgará pero siempre tendrá una frase o una palabra para hacerte notar lo que estás haciendo mal.
En los momentos alegres y en los tristes, con mucha más razón, hemos estado juntos, jamás ha faltado una palabra de aliento pero tampoco está demás una hablada cuando te estás desviando del camino.