Según cifras de la ATM, en lo que va de 2018 se han registrado 26 agresiones contra agentes de tránsito. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
Los tres últimos ataques registrados contra agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), durante este año en Guayaquil, se viralizaron por redes sociales. Las gráficas sirvieron como evidencia ante los juicios por contravención que lideró la entidad contra los agresores.
Según cifras de la ATM, en lo que va de 2018 se han registrado 26 agresiones. Guido Abad, abogado de flagrancia de la institución dijo que los casos han sido denunciados ante la Fiscalía del Guayas bajo el artículo 386 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), inciso 2, que establece una pena privativa de tres días para quien falte de obra a la autoridad o agente de tránsito.
En un caso, suscitado en mayo pasado en el sector de la Alborada, en el norte de Guayaquil, una mujer insultó a dos vigilantes. La implicada gritó, empujó y golpeó a los uniformados. El motivo era la multa que los agentes iban a ponerle por estacionarse a doble columna en una zona prohibida.
Abad sostuvo que las agresiones se dan por esa causa: los usuarios se niegan a ser citados al cometer una infracción. Los ataques derivan en una contravención. Las penalidades terminan en la pena privativa antes mencionada más una reparación integral al agente de un salario básico unificado de USD 386.
No obstante, un ataque también podría ser judicializado bajo el artículo 394 de la ley. Ese apartado, la reclusión aumenta de cinco a diez días. Según Abad, de los casos registrados, todos han sido ganados por la entidad. Sin embargo, no siempre terminan en la reclusión. Según Abad, algunas veces los jueces dictan horas de servicio comunitario y la reparación económica.
El pasado 26 de junio también se viralizó un ataque. El hecho ocurrió en el centro de la urbe porteña, cuando un taxista llamó a unos colegas para atacar a un vigilante que iba a retener su vehículo por infringir la ley.
El agente sufrió golpes, patadas, arañazos. Tuvo que ausentarse cuatro días de sus funciones por incapacidad debido a las lesiones. En el vídeo se constata que uniformados metropolitanos tuvieron que socorrer al vigilante.
Según Abad, el vigilante al ser un servidor público no puede ponerse al mismo nivel de un agresor. No obstante, aseguró, la ley lo ampara para hacer uso progresivo de la fuerza y usar técnicas de sometimiento sin llegar al uso de elementos externos como tolete o gas pimienta.
Para la obtención de pruebas, la ATM instaló un plan piloto de 300 body cam o cámaras corporales. Los dispositivos están instalados en el pecho del agente y graba las ocho horas laborales, así lo señaló el coronel Wilson Noboa, comandante (e) de la ATM.
“El 80% de los usuarios no aceptan que han cometido una infracción y surgen las resistencias”, dijo Noboa. Añadió que las cámaras son una de las medidas preventivas para registrar posibles actos violentos.
Por su parte, Abad dijo que una de las cosas positivas de la difusión de los vídeos es que ayudan en los juicios. Lo malo, señaló, es que a veces los internautas aprovechan las imágenes para decir cosas negativas de la entidad.
No solo los agentes de la ATM son afectados por agresiones, también vigilantes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). En abril pasado, una funcionaria de esa entidad fue ‘arrastrada’ por un conductor en la vía Portoviejo- Crucita.
El incidente ocurrió cuando el hombre puso en marcha el vehículo mientras la uniformada de sostenía de la puerta para citarlo. El implicado estaba en aparente estado etílico y mediante una denuncia colocada por la perjudicada, fue llevado a juicio.
En un breve diálogo telefónico, la agente indicó que su agresor fue sentenciado a un año de privación de la libertad, pero por buena conducta salió libre. En la sentencia, dijo, también se pidió una reparación integral, dinero que asume, no ha recibido.