Teresópolis. DPA
El delantero brasileño Adriano fue el gran verdugo de la albiceleste en la final de la Copa América de 2004. Hoy espera una oportunidad para confirmar su fama de artillero ante Argentina en el superclásico de este domingo en Rosario, por las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010.
“Si tengo la chance de ingresar en el equipo titular, haré mi máximo para ayudar nuestro equipo a ganar”, dijo el llamado ‘Emperador’, quien probablemente iniciará el partido en el banquillo de suplentes, pero que llegó a entrenar con los titulares, conformando un poderoso e interesante ataque con Robinho y Luis Fabiano.
El técnico, Carlos Dunga, quien volvió a convocar a Adriano para la selección por primera vez desde marzo pasado, no da pistas sobre el equipo titular; pero los mismos jugadores de la ‘verdeamarela’ no tienen dudas de que el centrodelantero es un arma -no tan secreta, pero sí poderosa- para derrotar a Argentina en su propia cancha.
“Adriano es un delantero de gran calidad, tiene olfato para el gol y es una preocupación para cualquier portero”, afirmó el volante Julio Baptista.
El ‘Emperador’, quien se recupera en el Flamengo carioca de una grave crisis personal, tiene buenos recuerdos de los duelos que libró contra los archirrivales de Brasil en el fútbol sudamericano.
El mejor de ellos es el de la final de la Copa América 2004, en la que Argentina, claramente superior, iba ganando por 1-0 y ya se preparaba para festejar el título cuando, en los descuentos del segundo tiempo, Adriano empató el partido con un disparo cruzado. El gol sorprendió a los argentinos, que fueron derrotados en los penales.
En 2005, el ‘Emperador’ volvió a brillar en la victoria por 4-1 sobre Argentina en la final de la Copa Confederaciones de Alemania, y con ello se confirmó, al menos para sus compatriotas, como un verdugo de la albiceleste.
Pero el ‘Emperador’ no acepta ese título: “A raíz de los buenos partidos que realicé ante ellos, es natural que haya cierta preocupación. Pero esa preocupación no se refiere solamente a Adriano, sino a todo el equipo brasileño”.