Con el Código de Planificación y Finanzas Públicas retornaron los Certificados de Tesorería (Cetes), papeles del Estado a plazos menores a un año que devengan interés.
El jueves, el Ministro de Finanzas anunció que inscribirá en el mercado de valores una emisión de Cetes por USD 554 millones a ser empleados en 3 años.
De acuerdo con el flamante Código, el Gobierno podrá hacer pagos con estos papeles, y determina que los Cetes en circulación no constituyen deuda.
Dicho Código también brinda a la banca la posibilidad de invertir el encaje bancario (depósitos obligatorios en el Banco Central) en Cetes, para que sus dineros devenguen interés.
La emisión de Cetes, en principio, tendría como objetivo darle al Ministerio de Finanzas cierta posibilidad de regular la liquidez en la economía, lo que no puede hacerse vía emisión de moneda.
Cuando hay mucha liquidez, amenazando inflación o el aumento de importaciones, como hoy, el Gobierno coloca los Cetes, absorbiéndola.
Cuando a la economía le falte liquidez, el Ministerio de Finanzas compraría los Cetes, con lo cual aflojaría dinero a la calle. Suena muy bien. El temor es que no se utilicen los Cetes así, dado lo propenso del Gobierno a gastar. Hoy hay liquidez en el mercado, producto del gasto público, porque detrás de la liquidez está el gasto del fuerte ingreso petrolero por los altos precios, del dinero del IESS, y de los desembolsos de nueva deuda externa. Por lo que es de esperar que de manera inmediata se emitan y coloquen Cetes.
Semanas atrás dijo el ministro Rivera que en 2011 se colocarían unos USD 300 millones en Cetes. Pero si el Gobierno utiliza esos 300 millones para cubrir parcialmente sus requerimientos de financiamiento (según el Ministro, eso no constituye déficit), ¿cómo va a recomprar los Cetes, el momento que la economía tenga que recuperar la liquidez?
Más bien, la preocupación es que el Gobierno encuentre más adelante que la manera más sencilla de cubrir sus necesidades de financiamiento sea pagando con Cetes.
Esa preocupación es lo que llevó a la Asociación de Bancos a decir “gracias, pero no gracias” ante la propuesta del Código de Finanzas Públicas de permitir tener el encaje en Cetes. Igual, se mantuvo dicha disposición en el proyecto, y ahora es ley.
Mañana, un gobierno, ante necesidades de financiamiento, podrá elevar drásticamente el encaje bancario, absorber la liquidez de los bancos, colocarles Cetes para que tengan un rendimiento sobre de su dinero captado , y la economía privada se queda sin crédito.
Con el sucre, los gobiernos se endeudaban con dinero de emisión sin respaldo y lo hicieron descontroladamente. Sin el sucre, los gobiernos podrán hacer lo mismo con Cetes. De ahí que el retorno de los Cetes cauce preocupación.