La zozobra que genera La Niña, que en Colombia ya deja 206 muertos y en Venezuela 34, se extenderá hasta fines del primer trimestre del 2011.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó ayer los pronósticos en torno a que la presencia del fenómeno climático, que asola en especial la zona norte de Sudamérica, se prolongará casi cuatro meses más. En octubre, la OMM había alertado que La Niña traería fuertes lluvias al Atlántico tropical y la sequía en áreas de Uruguay y de Argentina. La anomalía en principio no debe golpear fuerte a otras zonas de la región.
El pronóstico de la OMM alimenta la inquietud en las regiones de Venezuela y de Colombia que son azotadas por las fuertes precipitaciones.
En el primer país, donde según el Gobierno se contabilizan más de 100 000 damnificados, los estados de Distrito Capital, Vargas, Miranda y Falcón, en la zona norte, continúan en emergencia y bajo las aguas.
Para alojar al creciente número de afectados, el gobierno del presidente Hugo Chávez ordenó que las personas evacuadas sean trasladadas a cuarteles militares, escuelas e incluso llamó a ocupar temporalmente viviendas desocupadas, terrenos baldíos y hoteles para que sean usados como refugios temporales.
“Vamos a tomar los edificios abandonados de los ricos (…) edificaciones y hoteles donde no hay nada (…) para que alojen a las familias necesitadas todo ese mes si hace falta”, dijo el domingo.
La disposición del Mandatario ha creado polémica. Así, el gobernador del estado de Miranda, el opositor Henrique Capriles, comentó que la medida aupada por el Régimen bolivariano es “anárquica”. En tanto que Ricardo Cussano, presidente de la Federación Nacional de Hoteles de Venezuela, declaró al canal internacional de noticias NTN24, que “para algunos establecimientos puede significar un daño económico” si la emergencia se prolonga.
Pero la presencia de La Niña ha sido más devastadora en Colombia, donde cada día aumentan las cifras de muertos, damnificados y desaparecidos, así como de las hectáreas de cultivos y casas destruidas por el peor invierno en cuatro décadas y los reportes de destrozos y derrumbes en la red vial.
El último recuento de las autoridades de la catástrofe que afecta a 28 de los 32 departamentos, que fueron declarados en estado de calamidad pública, menciona que los evacuados son 2 millones y que la cifra de fallecidos no incluye a las víctimas de la avalancha que sepultó el barrio La Gabriela, en Antioquia.
En coincidencia con el reporte de la OMM, los pronósticos meteorológicos continúan marcados por el pesimismo. El director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), Ricardo José Lozano, informó ayer que la preocupación más importante es que La Niña, catalogada como fuerte, está llegando a su etapa de madurez, que se presentará a finales de diciembre e inicios de enero. Esto significa que va a seguir influenciando el aumento de lluvias en el país y en la región Andina (de Colombia) principalmente.
Mientras tanto, los socorristas recuperaron hasta ayer 37 cuerpos en La Gabriela, municipio de Bello, dijo Jorge Salazar, vocero de la Gobernación de Antioquia.
El secretario del gobierno de Bello, Diego Muñoz, afirmó que otras 86 personas están reportadas como desaparecidas y son buscadas por un contingente de más de 300 efectivos de la Policía, Ejército y organismos de socorro.
Emergencia económica…
El presidente Juan Manuel Santos, en una alocución por radio y televisión, al término de una reunión con su Gabinete de ministros en la que se definieron las herramientas que usará el Gobierno para atender a los cerca de 2 millones de damnificados, anunció anoche: “Tomaremos la decisión de, primero, declarar la Situación de Desastre, y, segundo, declarar la Emergencia Económica, Social y Ecológica a que se refiere el artículo 215 de la Constitución, inicialmente por 30 días, que pueden prorrogarse hasta 90 días”.
Las medidas tendrán tres fases de prioridad. La primera, atención humanitaria de 330 000 familias que necesitan albergue y alimentación. La segunda, rehabilitación de las carreteras afectadas, escuelas, redes eléctricas y diversas obras de infraestructura. La última, catalogada por Santos como “la más grande y ambiciosa”, será la de “reconstruir todo aquello que esté destruido o inservible”. El Jefe de Estado dijo que decidió decretar el estado de excepción porque el país no puede afrontar la catástrofe con la legislación ordinaria. DPA
240 víctimas mortales han causado los fuertes temporales en Colombia y en Venezuela.