La Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó a un panel de 24 científicos de élites provenientes de 10 países. En la reunión, entre otros temas, se discutió sobre los efectos del trabajo nocturno en la salud de las personas. Había una sospecha se arrastraba desde hace décadas: desde la aparición de la luz eléctrica, las cifras de varias enfermedades subieron.
La conclusión fue que la melatonina, conocida como la hormona del sueño, dejaba de producirse cuando las personas se exponían a la luz artificial. Esta sustancia -una proteína-, que se elabora en la glándula pineal, ubicada en la zona posterior del cerebro, se libera a la sangre cuando oscurece. Así, durante la noche ejerce su efecto beneficioso en numerosos órganos.
“Existen receptores para esta hormona en la zona del cerebro encargada de la memoria, y también en el cerebelo, en los vasos sanguíneos, las glándulas suprarrenales y en el páncreas”, dice la doctora María Serón Ferre, quien lidera un grupo investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.
Los estudios demuestran que tiene un efecto antioxidante poderoso, que desintoxica el organismo y que está presente en todo el reino animal, al igual que en vegetales como el tomate y las nueces. Sus funciones eran poco conocidas hasta el pronunciamiento de la OMS, a partir del cual muchos laboratorios del mundo comenzaron a investigar esta hormona.
El grupo de la doctora Serón ha observado que durante el embarazo la melatonina es fundamental para que el feto vaya calibrando su biología. “La madre produce esta hormona que influye en el feto, el cual inicia su producción recién a los dos meses de vida”, afirma.
Por eso, si la madre trabaja de noche no se producirá esta sustancia y el feto puede tener problemas de bajo peso, ser prematuro o presentar déficit atencional al crecer. Cuando adulto, además, puede presentar problemas cardíacos, de diabetes o incluso de memoria.
“Al dar melatonina a ratas embarazadas que no duermen de noche, sus crías no tienen problemas con su memoria”, dice la doctora Claudia Torres Farfán, que participa en este equipo investigador. Esta medida se ha aplicado a niños prematuros para prevenir complicaciones y con éxito. Quizás la forma de prevención más prometedora es la de filtrar la luz. Esto porque se ha visto que de la luz artificial, solo la zona azul del espectro es la que impide producir la hormona. Al poner un filtro que elimina el azul de la luz artificial se logra que las personas trabajen de noche mientras su organismo elabora melatonina.