Redacción Sociedad
Atrofia en el crecimiento fetal, aumento del riesgo de neumonía en niños, pérdida de memoria y mutaciones que causan cáncer de seno y de pulmón. Estos son los principales problemas de salud que causan en los residentes de Quito las altas emisiones de residuos de hidrocarburos.
Estos son los hallazgos de médicos ecuatorianos y extranjeros, a través de la investigación Impacto de Contaminantes del Aire de Quito en la Salud: Recientes estudios científicos. Los resultados fueron presentados por el médico Fernando Sempértegui Ontaneda, la noche del miércoles. El estudio, realizado en la capital entre 2004 y 2007, se enfocó en cuatro grandes temas.
Los expertos
En la investigación participaron Fernando Sempértegui, Bertha Estrella, Josefina Egas, Ximena Narváez, María Augusta Álvarez, Jeffrey K. Griffith, Elena Naumova, como grupo base.
Ellos son investigadores de la Universidades Central, de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y de la Corporación Ecuatoriana de Biotecnología.
Galo Abril Ojeda, experto en energía, insistió que no solo hay que asumir medidas paliativas sino verdaderas políticas públicas. Durante su intervención, enfatizó que “hoy estos problemas de salud implican un mayor gasto en atender a estos pacientes en detrimento a invertir en otras necesidades básicas”.Uno de ellos se refiere a las incidencias de la carboxihemoglobina (COHb, mezcla de hemoglobina y monóxido de carbono) en el crecimiento del feto durante el embarazo. “El CO inhalado por la madre pasa al feto. Al unirse con la hemoglobina afecta al abastecimiento de oxígeno e interfiere en el paso de nutrientes”.
Se hizo un seguimiento a 101 madres y sus recién nacidos, en la Maternidad Isidro Ayora. La conclusión fue que el 11% de las madres presentó concentraciones mayores al 2,5% de COHb, considerado como porcentaje límite tolerable. Los niños cuyas madres tuvieron índices mayores, pesaron casi 300 gramos menos frente a aquellos cuyas madres tenían porcentajes bajos de COHb.
Además, presentaron tallas y perímetros de la cabeza menores.
Otro campo de estudio se relacionó con los riesgos de inflamación crónica y mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias agudas en los niños. Esto, causado por las altas cargas de partículas pequeñas (miden alrededor de 2,5 micras) en el aire ambiental, que incrementan el riesgo de neumonía en los niños.
Se tomó como base de estudio a 821 niños, de entre 18 y 42 meses de edad, de los barrios Lucha de los Pobres y Jaime Roldós. En el primero se registraron 25 microgramos de partículas por m³/día y 18 m³/día en el segundo barrio. El límite máximo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 10 m³/día.
Y la conclusión fue que los niños de la Lucha de los Pobres resultaron con mayor desnutrición (menos peso y talla) y anémicos, además de tener menos oxígeno en su sangre.
También se consideraron las emisiones vehiculares de hidrocarburos poliaromáticos (PAH, sobre todo el diésel) en Quito. Los médicos aseguran que debe considerarse un riesgo serio de cáncer de pulmón y seno en Quito. Al respecto, esta ciudad presenta 40 veces más de PAH con relación a los 5nanogramos por metro cúbico establecido por la OMS. En su exposición, Sempértegui advirtió como un indicador el aumento de 224 casos de cáncer de pulmón en 1986 a 424 en 2005, y de 524 a 1 141 de seno, registrados por Solca.