Cuando Christian Noboa era niño tenía un sueño: jugar un Mundial. Así cuenta su mamá, Sonia Tello. Al final del cotejo, ella lloró, se tapó la cara y repetía: “Mi negro cumplió su sueño”.
Sus tíos también se emocionaron y recordaron que Noboa anhelaba jugar en la Selección. En tanto, su abuela Juana, que vestía una camiseta de uno de los equipos en los que Noboa ha jugado, dijo que ella siempre supo que su nieto vestiría la Tri.
En el penúltimo partido de la Selección, en Quito, Christian Noboa dijo a sus padres que ya tenía los boletos para ir a Brasil. “Nos vamos al Mundial”, le dijo a su madre Sonia. Ella presenció el partido junto a otros 20 familiares y amigos en su residencia en Samborondón (Guayas).
La casa de la familia Noboa Tello se llenó desde las 18:00 con allegados que se citaron a ver el encuentro entre Ecuador y Chile. Todos vestían la camiseta tricolor con el número 6.
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Cada vez que Noboa tocaba el balón, los aplausos y frases de aliento no se hacían esperar. El padre vio el encuentro desde la capital. Transcurría el partido y la sala en la que observaban el juego se hacía pequeña. Al final la celebración terminó en abrazos.
Festejos de los Montero
El olor a carne frita y menestra se confundió con el entusiasmo de la familia de Jefferson Montero, en su casa de la Urbanización Portal de Castilla (Babahoyo).
Mercedes Vite, la madre del volante, preparó una comida para el cotejo Ecuador frente a Chile.
Con una camiseta alterna de la Tricolor, con el nombre de su hijo en la espalda, se mostró optimista por la clasificación. “Ojalá que mi hijo haga un gol. Hablé con él y me dijo que estaba tranquilo y que íbamos a clasificar”, contó Mercedes, mientras ultimaba detalles en su hogar para recibir a los invitados.
Pedro Montero, el padre del jugador del Morelia, se divertía afuera de la vivienda con su nieto Gilmar antes del encuentro.
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A las 16:45, la sala de los Montero-Vite se llenó. Unos 20 invitados entre familiares, vecinos y amigos llegaron para compartir la velada futbolística.
Con la barra: “Vamos Ecuador, vamos Jefferson”, los invitados se acomodaron frente a un televisor de 40 pulgadas. El nerviosismo se apoderó de ellos luego de los goles de Alexis Sánchez y Gary Medel. “Sí se puede, vamos chicos”, gritaba Yaritza Montero, hermana de Jefferson.
El entretiempo sirvió para comentar sobre el partido. “Tienen que meterlo a Fidel Martínez”, comentó Pedro, mientras sus familiares aprobaban la idea.
El gol de Felipe Caicedo emocionó a los familiares. “‘Felipao’, ‘Felipao’”, gritaron abrazados en la sala de su casa los Montero.
Doña Mercedes aprovechó para ir a la cocina para terminar de hacer el jugo de naranja que acompañó la merienda.
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Al final, las lágrimas del padre del futbolista conmovieron a los familiares que gritaron de alegría. “El Mundial era el sueño de mi hijo, es mi orgullo y de todos”, dijo entre sollozos.
En ese espacio, Mercedes Vite acomodó la mesa para servir los platos con menestra y carne frita, mientras el resto festejaba.