En el partido que enfrentó este domingo a Independiente Santa Fe contra Boyacá Chicó en el estadio La Independencia, de Tunja, algo llamó la atención, algo que estuvo fuera del resultado, de lo futbolístico, algo que dio un toque curioso al juego: Santa Fe uso dos uniformes distintos y no oficiales. (Vea aquí algunas reacciones de la camiseta de Santa Fe, en redes sociales.)
El equipo rojo de Bogotá llegó a la capital boyacense con su uniforme tradicional (camiseta roja, pantaloneta blanca y medias rojas), pero no pudo salir al campo con él porque el club boyacense decidió jugar con una camiseta de cuadros naranjas y azules oscuros.
“Al utilero se le quedó el uniforme suplente, el blanco, y Chicó no quiso cambiar, así que nos tocó jugar con la camiseta de entrenamiento”, contó César Pastrana, presidente del equipo a ELTIEMPO.COM.
Santa Fe tuvo que recurrir a una camiseta gris para jugar el encuentro y muchos de los números de los jugadores fueron hechos, aparentemente, con esparadrapo. Además, esas casacas no tenían los patrocinios tradicionales en pecho, hombros y espalda.
Para el segundo tiempo, Santa Fe salió de blanco, su segundo uniforme natural, pero esas camisetas eran no oficiales, eran ‘replicas’, eran ‘piratas’; sin la marca del fabricante original (Umbro), no tenían números y sí patrocinadores. “Nos tocó comprarlas en Tunja y dibujarles los números. Cada una nos costó 20 mil pesos”, admitió Pastrana en una entrevista radial, donde también comentó su pena con Umbro.
Por su parte, Umbro Colombia, en su cuenta de Twitter, también se pronunció: “Aceptamos disculpas presentadas por el presidente Pastrana de @IndSantaFeCO debido a la camiseta utilizada en Tunja, reafirmando nuestra alianza”.
Otros casos en la historia
Sin embargo, este no es el único caso curioso de uniformes que se ha presentado en el fútbol. Aquí algunos de los más recordados.
Junior, en la final del 2004
En el segundo semestre del 2004, Junior y Nacional disputaron el título del fútbol colombiano. Fue una serie que terminó empatada 5-5 en el global y que el equipo ‘Tiburón’ ganó por penaltis. Lo curioso de esta final fue que en el partido de vuelta, en el Atanasio Girardot, de Medellín, el equipo de Barranquilla jugó con una camiseta amarilla.
La explicación para que Junior usara este color fue porque el juez de aquel partido, Óscar Julián Ruiz, decidió que las franjas verdes de Nacional y las rojas del club ‘Tiburón’ podrían generar confusión entre los televidentes y por eso se tuvo que recurrir a una indumentaria de entrenamiento.
Once Caldas, en la Copa Intercontinental
Finalizando la segunda parte del 2004, Once Caldas, campeón de la Libertadores, jugó la final de la Copa Intercontinental contra Porto, de Portugal. El equipo colombiano terminaría perdiendo en penaltis dicho torneo, pero para poder disputar ese partido debió tapar todos sus patrocinadores, menos uno (Poker), porque por regla Fifa los clubes solo podían tener un anunciante.
Chicó, en la Liga local
Boyacá Chicó vivió un episodio sin precedentes. En el 2007, visitó, en un partido de Liga, a Cúcuta Deportivo. El club ‘Ajedrezado’ fue robado y para poder jugar el encuentro tuvo que comprar camisetas de segunda.
Francia, en el Mundial de 1978
En el Mundial de Argentina-1978, la Selección de Francia jugaba contra Hungría su último partido de la fase de grupos en el estadio José María Minella, de Mar de Plata.
Al parecer por error en un comunicado de la Fifa, los dos equipos europeos se presentaron al partido con sus uniformes suplentes: Francia, azul y Hungría, rojo, pero como en esa época todavía había muchos televisores en blanco y negro, y las dos equipaciones se podían confundir con la misma tonalidad de gris.
Al final, los franceses propusieron que se buscara a algún equipo de la zona que prestara sus camisetas y que ellos la usarían. El elegido fue Atlético Kimberley y los ‘Galos’ jugaron ese día con una camisa de rayas verdes y blancas.
Boca Juniors, en 1984
En 1984, Boca Juniors, de Argentina, recibió en su estadio a Atlanta. Ese día ambos clubes coincidieron en los colores de sus uniformes y para ‘desempatar’ se recurrió a un sorteo que determinaría cual debía cambiar su indumentaria. El ‘Xeneize’perdió, pero su situación económica de la época era tan mala que no tenían equipación suplente.
La solución fue utilizar camisetas blancas y marcar los números con marcadores.