Este 30 de enero se celebra el Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas.
Actualmente hay 20 enfermedades que han sido clasificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD). En conjunto, afectan a más de 1 700 millones de personas y pueden tener consecuencias devastadoras, que van desde la muerte hasta discapacidades de por vida y desfiguración permanente.
El común denominador de estas enfermedades es que quienes las padecen son personas sin recursos, y por tanto no ofrecen un negocio atractivo para la industria farmacéutica y los institutos de investigación. Como resultado, no hay vacunas, las herramientas de diagnóstico son limitadas y los tratamientos están lejos de ser óptimos y, a menudo, no están disponibles o no son asequibles para muchas de estas enfermedades mortales y debilitantes.
Durante más de 30 años, MSF ha brindado atención directa a pacientes con ETD, enfocándose en las más mortales y olvidadas dentro de este grupo. Su trabajo incluye el tratamiento de pacientes, la realización de investigaciones operativas, el apoyo a los esfuerzos para identificar nuevos tratamientos y herramientas de diagnóstico; y tiene un papel activo en la reducción de la incidencia de las ETD.
Si bien en estos años ha habido grandes progresos en cuando al control y eliminación de estas enfermedades, aún queda un largo camino por recorrer. Cada año, cientos de miles de personas mueren a causa de las ETD.
Estas son (solo algunas) de las enfermedades olvidadas que existen en la actualidad:
Enfermedad del sueño (tripanosomiasis africana humana): es una enfermedad parasitaria transmitida por la mosca tsetsé. Afecta a las poblaciones rurales de África, que viven en zonas remotas y dependen de la agricultura, la pesca, la cría de animales o la caza.
Esta enfermedad invade progresivamente a su huésped. La primera etapa se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza y dolor en las articulaciones. Una vez que el parásito pasa de la sangre al sistema nervioso, se hace evidente la segunda etapa de la enfermedad. Los pacientes experimentan síntomas neurológicos o psiquiátricos como confusión, agitación, comportamiento agresivo y desinhibición. La enfermedad del sueño deriva su nombre de otro síntoma sorprendente: una interrupción del ciclo de sueño y vigilia con ataques de insomnio por la noche pero una necesidad abrumadora de dormir durante el día. Si no se trata, esta enfermedad es eventualmente fatal. Si se trata demasiado tarde, los pacientes pueden experimentar cambios de personalidad permanentes y problemas psiquiátricos.
El último resurgimiento de la enfermedad comenzó en la década de 1980, con un pico en 1998 cuando se notificaron a la OMS casi 38 000 nuevos casos. Esto probablemente fue una subestimación severa de la verdadera incidencia debido a la falta de servicios de diagnóstico y tratamiento. Desde este brote, la colaboración internacional y el compromiso e inversión de recursos por parte de los programas nacionales ha mejorado significativamente. Como resultado, los casos han ido decreciendo constantemente. Además, hay esfuerzos continuos para aumentar los centros de tratamiento, desarrollar mejores diagnósticos, encontrar nuevos regímenes de medicamentos, realizar una detección activa de casos, mejorar la vigilancia, implementar campañas de concientización y capacitar al personal médico y de laboratorio.
Chagas (tripanosomiasis americana): según estimaciones de la OMS, entre seis y siete millones de personas están infectadas con la enfermedad de Chagas y más de 70 millones están en riesgo
de contraerla. Es la enfermedad parasitaria más común en Centroamérica y América del Sur, y la principal causa de insuficiencia cardíaca y muerte en países donde es endémica. Sin embargo, se estima que un 99% de los casos no conocen su diagnóstico.
Esta enfermedad es causada por el parásito Trypanosoma cruzi, que se transmite a través de un insecto conocido como triatomino, o llamado popularmente vinchuca. En los países endémicos, la vía de transmisión clásica es la vectorial: el parásito pasa a la persona a través de las heces del insecto depositadas en la piel o en la mucosa. Pero existen también otras vías de transmisión no vectoriales, como la transmisión de madre a hijo durante el embarazo, las transfusiones de sangre, trasplante de órganos y la ingesta de alimentos contaminados.
La mayoría de las personas infectadas no tienen ningún síntoma y pueden pasar décadas antes de que aparezcan. El Chagas solía afectar predominantemente a personas de bajos recursos que vivían en áreas rurales con un acceso extremadamente limitado al diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, también se han declarado casos en América del Norte, Asia y Europa (aunque estos representan solo una minoría de las infecciones mundiales).
La enfermedad de Chagas se puede curar, pero solo con diagnóstico y tratamiento en una etapa temprana. El diagnóstico se basa en pruebas serológicas. Muchos de estos son procedimientos de diagnóstico complejos que no pueden realizarse fuera de laboratorios relativamente sofisticados. Esta es la razón por la cual la mayoría de las personas que contraen la enfermedad, particularmente aquellas en áreas remotas, nunca son diagnosticadas. Sin embargo, esta situación está mejorando, con pruebas de diagnóstico rápido que ahora están disponibles en muchos países.
Leishmaniasis: son un grupo de enfermedades causadas por parásitos Leishmania que se trasmiten a través de la picadura de un cierto tipo de mosca de arena que prevalece en casi 100 países. Cada año se producen más de 1 millón de nuevos casos. Sin tratamiento, la leishmaniasis conduce a la muerte (en el caso de la leishmaniasis visceral, también conocida como kala azar) o a enfermedades de la piel (en el caso de la leishmaniasis cutánea) que pueden causar cicatrices faciales y estigmas de por vida.
La leishmaniasis visceral es endémica en 78 países, principalmente aquellos situados en zonas tropicales y subtropicales. Causa fiebre, pérdida de peso, anorexia, aumento del bazo y los ganglios linfáticos, anemia y supresión del sistema inmunológico. Los pacientes eventualmente se vuelven muy débiles y severamente desnutridos, y si no son tratados a tiempo, mueren, generalmente debido a infecciones oportunistas que causan neumonía o sepsis. Muchos pacientes también mueren de insuficiencia cardíaca provocada por una anemia grave.
Sin embargo, un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden salvar a una persona enferma, incluso en entornos con recursos limitados.