Desde tempranas horas, en la Plaza de la Independencia, en el Centro Histórico de Quito, resonaba la letra de Canción sin miedo de Vivir Quintana.
“Cantamos sin miedo, pedimos justicia
Gritamos por cada desaparecida
Que resuene fuerte “¡nos queremos vivas!”
Que caiga con fuerza el feminicida”.
Un performance de la Casa de la Mujer, a los pies del Municipio, recordaba a los visitantes de la plaza, el Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.
Desde 1999, cada 25 de noviembre se conmemora este día. Y en el Palacio de Carondelet no fue la excepción.
Con pancartas y varias pantallas se adecuaron los patios internos de la Presidencia para la presentación de la campaña De la indignación a la acción.
Una iniciativa gubernamental que busca sensibilizar a la ciudadanía para erradicar la violencia hacia niñas y mujeres.
La campaña fue presentada por Eduardo Bonilla, secretario de Comunicación, como una causa de este Régimen.
Para el funcionario, “una pieza fundamental en la erradicación (de la violencia) es la transformación cultural”. Y la primera fase de la iniciativa se enfocará en combatir el problema desde la raíz, anunció en su alocución.
Entre agosto de 2014 al 7 de noviembre de 2021 se registraron 1 263 víctimas de femicidio y otras muertes violentas, según cifras del Consejo de la Judicatura.
Además, la nueva campaña del Régimen estipula sensibilizar a la ciudadanía sobre esta problemática e invertir recursos y mecanismos para afrontarla. Para ello el presidente Guillermo Lasso firmó un Decreto durante el evento. En este se declara “como prioridad nacional la promoción y defensa de la igualdad de género, así como el empoderamiento de las mujeres” en diversos ámbitos.
El Mandatario anunció que se invertirán en esta causa “USD 24 millones hasta el 2025; 12 veces más que el gobierno pasado”, dijo.
Además, aseguró que desde enero de 2022 comenzarán con los créditos al 1% de interés y a 30 años plazo, con énfasis a financiamiento de emprendimientos a la mujer.
“La tarea que tenemos por delante implica enfrentar mentalidades caducas en las que las mujeres cumplen un rol pasivo frente a la sociedad”, expresó.
Por su parte, la primera dama, María de Lourdes Alcívar, dirigió su discurso en la búsqueda de valores y perdón. “Recuerda que no estás sola mujer. Muchas veces tenemos el afán de pensar que nadie nos comprende, nos ponemos víctimas y es terrible. No mujeres no somos víctimas de nadie, solo de nosotras mismas si nos dejamos. Si nosotras no nos hacemos respetar, entonces nada va a cambiar”.
Alcívar, de vez en cuando, retomaba una hoja para leer apuntes que le daban la pauta para detallar. “Tenemos una cuestión de mujeres y de hombres, de no machismo, de no mujeres que se dejen violentar”.
El evento terminó con la pareja presidencial posando para fotografías entre besos y abrazos.