Japón acoge desde ayer el Mundial de Clubes, su primer gran torneo de fútbol internacional desde el sismo y el tsunami de marzo, y la posterior crisis nuclear por los daños en la central de Fukushima, que disparó los temores de deportistas a viajar al país nipón.
Tras la suspensión de los eventos previstos para las fechas posteriores al desastre y los recelos mostrados para desplazarse a otros posteriores, parece que la situación se ha instalado en la tranquilidad, después de comprobar que no existe riesgo para la población en otras zonas.
Esos miedos se han disipando con la disputa en los últimos cuatro meses de los eventos deportivos, con el Mundial de Clubes como la gran cita del final de un 2011 que Japón y sus habitantes quieren olvidar lo antes posible.
Ayer, Kashiwa Reysol, campeón japonés desde el sábado, continuó con las celebraciones al superar la primera ronda del Mundial en Toyota ante el Auckland City neozelandés (2-0) , con lo que el domingo se medirá en cuartos de final con el Monterrey mexicano.
El duelo inaugural, entre los dos equipos teóricamente más débiles de los siete participantes, fue favorable claramente para los nipones, dueños y señores del juego, aunque los neozelandeses mejoraron en la segunda parte.
El Kashiwa encarriló el partido en la recta final de la primera parte, con los tantos de Junyo Tanaka (minuto 37) y de Masato Kudo (40), que le permitieron asegurar la victoria, sin apuros, en la segunda parte.
El ‘Spanish Auckland’ del entrenador catalán Ramón Tribulietx queda ya eliminado de la competición, en la que participaba por tercera ocasión, tras sus experiencias de 2006 y 2009, aunque su jugador Daniel Koprivcic pudo celebrar al menos el récord de Mundiales de Clubes disputados, con cuatro.
Desde los primeros minutos quedó claro que el Kashiwa tenía más argumentos para imponer el ritmo y el brasileño Leandro Domingues y Tatsuya Masushima, en un barullo en el área, ya estuvieron a punto de marcar.
Leandro Domingues, el mejor jugador de la liga del país asiático, volvió a probar en el 21’ y el 25’, mientras el Auckland tenía problemas para realizar su juego y tan solo lo intentaba desde lejos, como el español Manel Expósito, formado en el Barcelona.
Junya Tanaka consiguió el primero en el 37, cuando se deshizo de dos rivales en el área y consiguió un disparo cruzado, cuando ya se quedaba sin ángulo, que sirvió para batir a Jacob Spoonley.
Tres minutos más tarde, Hiroki Sakai envió el balón al palo, el rechazo fue para Tatsuya Masushima, que no pudo conectar, pero sí su compañero Kudo, que firmó el 2-0 y hundió al Auckland. El tercero pudo llegar en el 42’, pero Domingues envío alto el disparo.