La noche del 2 de marzo pasado Vicente Ricaurte recibió una invitación del estratega argentino Antonio ‘Turco’ Mohamed.
El técnico de Independiente de Avellaneda se encontraba hospedado en el hotel Hilton Colón de Guayaquil junto a su equipo. Estaban de paso, pues al día siguiente debían viajar a Quito para enfrentar a Liga por la Copa Libertadores de América.
“¿Me acompañas al casino?”, recuerda Ricaurte que le dijo el entrenador. “Claro”, le respondió sin dudarlo. Había sido contratado por tercera vez, desde el 2009, para ser el coordinador logístico de los ‘Diablos Rojos’ en Ecuador.
Ricaurte le dijo al ‘Turco’, como también se lo conoce al técnico, que podía hacerlo únicamente por una hora. Ese tiempo fue suficiente para que Mohamed ganara USD 10 000 en uno de los juegos del lugar. “No jugó más, se guardó la plata y se fue”, cuenta el guayaquileño de 60 años.
La pauta en este trabajo se la dio el técnico Gabriel Perrone cuando este dirigía a Emelec y él era el coordinador de los eléctricos. El entrenador lo puso en contacto con su colega Miguel Ángel Russo, en septiembre del 2009, cuando este dirigía a Lanús.
El equipo argentino iba a llegar a Guayaquil para luego trasladarse a Quito y enfrentar a los albos por la Copa Sudamericana.
Un contacto lo llevó a otro. Ricaurte logró establecer una estrecha amistad con Russo y este lo contactó con su colega Ramón Díaz, técnico en esa época de San Lorenzo de Almagro.
A los ‘Carasucias’, como se llama a ese club en Argentina, les consiguió el estadio George Capwell para que se entrenaran antes de viajar a Quito a enfrentarse también a los azucenas.
Los equipos argentinos acostumbran a llegar a Guayaquil y viajar luego a la capital el mismo día del cotejo para evitar los efectos de los 2850 metros de altitud.
Pero fue el año pasado que empezó a trabajar de lleno en la coordinación logística de clubes internacionales. Nuevamente, Perrone lo puso en contacto con los dirigentes de Newell’s Old Boys. “Conocí a Roberto Sensini. Como técnico es tan disciplinado como lo era en la cancha durante su etapa como jugador”, cuenta.
Según el estratega, lo recomendó porque “es eficiente y muy sencillo. No le importa cargar las maletas y los bultos”.
De la visita de Newell’s guarda un recuerdo: la camiseta rojinegra con el número 6 de Rolando Schiavi con huellas de sudor y tierra. El defensor se la regaló después del partido que jugaron contra Emelec en el estadio Capwell en la fase de repechaje de la Copa Libertadores de América.
Ricaurte tiene 532 camisetas y 70 pantalonetas de distintos equipos y selecciones que le han obsequiado los jugadores. Entre esas prendas se encuentra una camiseta de la selección argentina que le regaló Juan Pablo Sorín y una de Brasil que le obsequió Ronaldinho.
Su trabajo empieza un mes antes de que el equipo que lo contrata llegue a Guayaquil o a Quito. Les envía una pro forma vía email en la que detalla el costo del alojamiento, la descripción de las habitaciones, el bus en el que se van a trasladar y la cancha en la que van a entrenarse.
Cuando llegan, evita que los jugadores realicen trámites migratorios. Él reúne los pasaportes de la delegación y se queda hasta que los documentos de todos pasen la revisión. Lo mismo ocurre cuando llegan al hotel. Ricaurte se encarga de registrar a los jugadores y cuerpo técnico para que estos pasen directamente a sus habitaciones a descansar.
Es el encargado además de llevar a lavar la ropa de entrenamiento de los jugadores.
Ricaurte ha trabajado para Internacional de Porto Alegre (Brasil), Jaguares de Chiapas (México) y Peñarol (Uruguay). Mañana recibirá a Vélez Sarfield, equipo que llega a Quito para jugar contra Liga Deportiva Universitaria.
El precio de su trabajo fluctúa entre los USD 1 500 y USD 2000. A más de esto, en ocasiones, recibe comisiones de los hoteles y las compañías que contrata para atender a los visitantes.
Iván Zambrano compraba cigarrillos a Roberto Carlos
Iván Zambrano se sorprendió cuando el lateral derecho brasileño Roberto Carlos le pidió que le comprara una cajetilla de cigarrillos. El jugador estaba concentrado con la selección de su país en el hotel Hilton Colón de Guayaquil. Los auriverdes iban a viajar a Quito para jugar contra Ecuador por las eliminatorias al Mundial de Alemania 2006.
Zambrano, que empezó a coordinar la logística de equipos y selecciones internacionales en 1995, cumplió con el pedido. Salió del hotel y regresó con lo que le habían encomendado.
“Fumaba como cualquier fumador, pero al siguiente día corría igual”, recuerda Iván. Para evitar que los asistentes del equipo descubrieran el olor a tabaco, cuenta, rociaba perfume por toda su habitación.
En esa ocasión, Iván conoció a todas las estrellas de la selección brasileña. De aquella experiencia conserva fotos con Rivaldo, Dunga, Cafú, Juan, Roque Junior y Romario. Pero lograr tomarse una foto con este último fue una tarea complicada.
Cuando acompañaba a los auriverdes en el avión que los trasladaba a Quito, se sentó junto al delantero y le pidió que le permitiera tomarse una foto con él. Romario le dijo que no. Pero atrás de ellos se encontraba Rivaldo. Fue él quien intercedió para que la ex estrella del Barcelona, de España, accediera a la petición.
Zambrano tuvo el privilegio de jugar PlayStation con Ronaldinho, en su habitación, durante la concentración en Guayaquil. Fue el guía de Hernán Crespo y su novia en las islas Galápagos después de que Argentina venciera a Ecuador, en Quito, en las eliminatorias para el Mundial que se jugó en el 2002.
Su trabajo en esta área empezó en el Mundial Sub 17 que se realizó en Ecuador en 1995. Estuvo vinculado por varios años a la logística de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Vinicio Luna traza las rutas de la Selección Nacional
Cuando un equipo de fútbol del extranjero tiene que viajar a Quito, lo primero que hacen sus dirigentes es llamar a Vinicio Luna.
Una semana antes de que una delegación arribe, Luna habla con las autoridades de migración y con el Grupo de Operaciones Especiales (GOE). Así, en el aeropuerto los jugadores no tienen que hacer la fila para ingresar al país, sino que una persona se encarga de sellar todos los pasaportes. El GOE da la seguridad de las delegaciones en los recorridos al hotel y a los entrenamientos.
El ‘Capi’, como se lo conoce al ex coordinador de la FEF y ex gerente de El Nacional, empezó en esta tarea en 1995. Al principio organizaba los viajes de los criollos por Copa Libertadores. A la Ecuafútbol se vinculó por medio del presidente Luis Chiriboga Acosta.
Luna arma la ruta de las delegaciones nacionales cuando tienen que viajar a los amistosos o a las eliminatorias. Ese trabajo lo comparten con Pedro Mauricio Muñoz, coordinador de la FEF. Desde el mes pasado planifican la estadía de la Selección Sub 17 en el Mundial de México. También está cuadrando la logística de la Tricolor de mayores para la Copa América de Argentina.
En los viajes de la Tri ha tenido que sortear inconvenientes. En el 2002, en Paraguay les llenaron la cancha de tubos para que no pudieran reconocer la cancha.
Luna ha trabajado con técnicos como Hernán Darío Gómez, Luis Fernando Suárez, Sixto Vizuete y Reinaldo Rueda.