La crisis que vivieron las islas Galápagos en el 2004 mantuvo en vilo a la comunidad internacional y muy nerviosos a los donantes foráneos que financian proyectos ambientales.
Esa preocupación se destaca en el cable 23429, enviado al Departamento de Estado el 30 de noviembre del 2004, titulado “Los donantes pierden la paciencia con el manejo de Galápagos”.
Ecuador sigue dando dos pasos atrás y uno adelante en Galápagos, dice el informe. Y agrega que el ministro de Ambiente, Fabián Valdivieso, reemplazó al director del Parque Nacional, Víctor Carrión, con un defensor de los intereses pesqueros, Marco Hoyos, “para la consternación de la comunidad de donantes”.
Hoyos -agrega el cable- estableció su agenda desde el primer día (la ayuda a los pescadores locales). Él removió al jefe de la unidad de Reserva Marina. También ‘recomendó’ a muchos guardias de la reserva que tomaran vacaciones hasta que sus contratos expiraran en diciembre del 2004, la misma época en que la temporada de pesca de langosta termina. “Estos cambios limitarán severamente el monitoreo de la reserva marina durante una estación de pesca crítica”.
La agencia japonesa de apoyo (JICA) amenaza con retirar su financiamiento si no se restaura la estabilidad al Parque. En una reunión con la Embajadora, Valdivieso evidenció que conocía los problemas pero no sabía cómo resolverlos. La Embajada está reevaluando sus programas de ayuda, para promover la conservación.
JICA envió una severa carta al director Hoyos estableciendo que los cambios tan abruptos en el personal generarían en su Gobierno la imagen de inestabilidad. “Nosotros apoyamos la idea de un foro internacional de Galápagos para direccionar un proceso de largo plazo para desarrollo sustentable, pero hemos dejado en claro a Valdivieso que la inestabilidad y la politización del Parque necesitan ser corregidas ahora, antes de que otros donantes empiecen a retirar su apoyo. También estamos reevaluando nuestro programa de cooperación en diferentes proyectos, destaca el telegrama en su comentario final.