La palma africana constituye el motor de la economía de La Concordia. En este cantón existen 30 000 hectáreas de cultivos, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Julio Rivadeneira, palmicultor con 28 años de experiencia, asegura que la actividad ha impulsado el desarrollo del sector con la generación de plazas de trabajo.
Además ha creado un nicho para los negocios vinculados con la palma, como las comercializadoras de insumos y para el sector del transporte de carga.
Fernando Andino, coordinador de la Universidad Luis Vargas Torres, extensión La Concordia, dice que hay 12 extractoras de palma.
De 1958 a 1972 -agrega- la zona era eminentemente bananera. Pero los inestables precios de la fruta y las plagas enterraron la actividad. Los agricultores, en su afán de buscar alternativas, experimentaron con la palma que se ha mantenido con precios altos. Una tonelada se comercializa actualmente en USD 130.
Rivadeneira, quien se especializó en agronomía en Puerto Rico, asegura que el clima de La Concordia no es el más adecuado para cultivar palma. “Es mejor el de la Amazonía”. Pero el avance científico que se da alrededor de estos cultivos es importante.
En 1959 se instaló en La Concordia una estación del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap). Tiene un frente de investigación dedicado a la palma. Aunque también experimentan con cultivos como el cacao, malanga, macadamia, maní, entre otros.
Esto explica por qué la agricultura y la ganadería se han mantenido como la principal actividad económica de La Concordia. 6 097 personas subsisten de ella.
Ribadeneira dice que, como la mayoría de palmicultores, empezó con un préstamo del Banco Nacional de Fomento y adquirió cerca de 100 hectáreas para dedicarse por completo a esta actividad.
Él dijo que trabaja “al margen de las pugnas políticas que existen en el cantón, por el llamado a la consulta popular que el presidente Rafael Correa”. Cree que “las autoridades deben centrar sus esfuerzos en mejorar los caminos hacia los barrios y recintos”.
Por las malas condiciones de esas carreteras, la presencia de mototaxis en La Concordia ha despuntado. Son motos con carpas adaptadas para transportar hasta dos personas sentadas.
Hernán Salinas, presidente la Asociación de Mototaxistas de La Concordia, dice que 450 personas viven de esa actividad. Hay quienes no están asociados “Al día, cada conductor gana USD 20”. Los clientes utilizan los ve-hículos para transportar pequeñas cargas de víveres y vituallas.
El comercio al por mayor y menor es la segunda actividad más importante de La Concordia. “Quien visita La Concordia puede notar el movimiento comercial que existe. Es un buen lugar para generar recursos económicos”, refiere Rivadeneira.
Otras plantaciones
En La Concordia también existen plantaciones de abacá. El 39% de la superficie plantada en el país se encuentran en el cantón. Esta fibra se la exporta al continente asiático y Ecuador es el segundo productor mundial.
También es importante el cultivo de palmito, cacao, banano, maracuyá, jengibre, yuca, plátano, caucho, maderas y carbón activado. Los productos van al puerto de Esmeraldas y luego a EE.UU. y Europa.
En el Iniap se comenzó a experimentar con cultivos poco tradicionales como la papa de aire, que crece en clima cálido. El tubérculo tiene el mismo sabor que la papa tradicional.