El lateral derecho de la U de Chile vive un sueño, en su primera convocatoria a la selección, de cara al choque de Eliminatorias ante Ecuador; “Vivo el día a día con humildad y trabajo”, le contó a canchallena.com, tras su primer entrenemiento junto a Messi, al que admira por TV.
Recién llegado desde San Luis, su provincia natal, y con apenas 13 años, Matías Rodríguez arribaba a Buenos Aires con una valija cargada de ilusiones. Lejos de la rutina diaria de cualquier chico de su edad, llegaba a la capital para cumplir su mayor sueño: ser jugador de fútbol profesional. Como él bien lo reconoce, su vida siempre consistió en “vivir el día a día con mucha humildad y trabajo”. Esas dos cualidades que lo acompañaron a lo largo de su carrera, y que le permitieron dar sus primeros pasos en Boca, el club de sus amores, donde, sin embargo, no pudo debutar en el equipo mayor; aunque avisa: “Jugar en Boca es mi cuenta pendiente”. Por esas cosas que tiene el fútbol su camino continuó en Ecuador, en Sociedad Deportiva Aucas, en 2006, con 20 años. La temporada siguiente volvió a la Ribera, pero con la misma suerte. Por lo que, una vez más, este trotamundos, volvió a preparar las valijas para emprender su nuevo desafío: LASK Linz, de Austria. Allí, duró apenas unos meses y a mediados de 2008 recaló en Montevideo para vestir la camiseta de Nacional.
“Recién cuando llegué a Nacional pude tener mayor regularidad. Me fue muy bien y eso me permitió llegar a la Universidad de Chile, donde hoy estoy viviendo un gran presente”, confiesa Matías, quien desde chico tenía como referente a Hugo Ibarra, y que hoy en día intenta “copiar cosas de Dani Alves y Zanetti“. A la “U” llegó en 2011 y a partir de ahí su carrera fue en pleno ascenso.
En apenas dos años consiguió dos torneos locales, una Copa Sudamericana y alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores en dos oportunidades (en la actual edición se medirá en esa instancia justamente ante Boca). Afianzado como uno de los estandartes del equipo conducido por el argentino Jorge Sampaoli, Rodríguez vive, sin dudas, su mejor momento profesional. Y esa misma filosofía de humildad y trabajo que aplicó desde muy joven, lo llevó a cumplir uno de sus grandes sueños con los que llegó a Buenos Aires trece años atrás: vestir la camiseta de su selección, con la que podría debutar el próximo sábado ante Ecuador, por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a Brasil 2014. “Es un sueño”, resume el lateral derecho, en diálogo con canchallena.com.