José Ayoví es de esos jugadores que le pueden cambiarle el ritmo a un partido. Tiene velocidad y es un buen acompañante en el ataque.
Ayer volvió a demostrarlo. El delantero de 20 años justificó la decisión que tomó la semana pasada el técnico Luis Zubeldía de alinearlo desde el inicio del partido, que terminó empatado 1-1, contra el Independiente del Valle.
El dinamismo de Ayoví complementó la habilidad del argentino Damián Díaz y la potencia del debutante Matías Oyola.
Juntos fueron los conductores del juego ofensivo del equipo canario, principalmente durante el primer tiempo del compromiso.
Los tres se entendieron desde el primer minuto. Fueron ágiles en el traslado de la pelota y gracias a aquello llegó el primer gol del cotejo, a los cinco minutos.
Todo hacía parecer que Barcelona iba a ganar el partido con facilidad. El cuadro que dirige Carlos Sevilla no lograba asentarse en el campo de juego hasta que un error de la dupla de centrales de los toreros le permitió empatar el partido, a los 12 minutos.
Jairo Campos y Frickson Erazo no lograron controlar la pelota durante una jugada que parecía sin trascendencia. Atrás de ellos se encontraba el ex delantero amarillo, Vinicio Angulo, quien les quitó el esférico y, mano a mano frente al arquero Máximo Banguera, anotó el tanto del empate.
El partido de ayer , aparte de develar lo importante que es Ayoví en la zona ofensiva del equipo canario, también evidenció las limitaciones de la zaga debido a las constantes desconcentraciones en las que cayó, principalmente la dupla de centrales.
Si el primer tiempo estuvo matizado por un juego de ida y vuelta y con acciones de peligro en las dos áreas, la segunda etapa fue todo lo contrario. Y no porque el rendimiento de los equipos haya bajado, sino por el mal estado de la cancha tras el aguacero. Antes de que finalizaran los primeros 45 minutos empezó a caer una fuerte lluvia sobre Guayaquil. Se crearon pequeños charcos que impidieron que el balón rodara.
Así, la lluvia dejó ver las zonas donde mayor tiempo circuló la pelota: en la mitad de la cancha y en el área visitante. En esas zonas se desprendió el césped.
Pero los visitantes también tuvieron su mérito. Pese a no tener jerarquía ofensiva, el equipo del valle de Los Chillos se defendió con eficacia y concentración. Asustó en el contragolpe.
Sevilla permaneció, pese a la lluvia, los 90 minutos parado en la zona técnica dándole indicaciones a sus dirigidos. Zubeldía salióúnicamente dos minutos en el primer tiempo y tres minutos más en el segundo, cuando ya había dejado de llover.
El de ayer fue el segundo empate consecutivo de Barcelona en su estadio. La semana pasada, el equipo canario empató, y hasta pudo perder, ante Liga de Loja.
Barcelona descansará en la próxima fecha debido a que el clásico del Astillero fue suspendido hasta el 18 de abril. El Independiente recibirá a Macará de Ambato.