La mañana de este domingo 25 de julio del 2021 hubo una baja afluencia de gente en los centros comerciales del norte de Quito. Sin embargo, la presencia de público se incrementó pasado el mediodía.
En el Centro Comercial Iñaquito hubo pocas personas antes de las 11:00. Los pasillos, parqueaderos y el patio de comidas lucían escasos de clientes. Las personas respetaban el distanciamiento social. La mayoría no seguía las flechas de dirección colocadas en el piso. Los locales se veían vacíos y pocas personas se acercaban a las vitrinas.
En los accesos se tomaba la temperatura y se proporcionaba alcohol. Los usuarios se demoraban menos de 10 minutos en la fila del supermercado que funciona allí y salían rápido con sus compras.
En las afueras, la gente esperaba en la parada para tomar los buses y en el bulevar de la Naciones Unidas hubo pocos peatones y comerciantes informales, quienes trataron de instalarse con sus puestos en las aceras.
Personal de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) no les permitía quedarse y les solicitaban que circulen con su mercadería. “La gente viene en mayor cantidad cuando comienza la tarde. Lamentablemente pocos nos compran porque no hay trabajo”, manifestó María Cabrera, una comerciante de helados que siempre recorre las inmediaciones de los centros comerciales de la zona bancaria.
Se quejó que los agentes metropolitanos y funcionarios de la AMC no les permiten laborar. “Nos prohíben entrar al parque La Carolina”. Lo mismo señaló el artesano César Tontaquimba, quien esperaba que llegue el mediodía para comercializar sus pinturas y retratos. “Tratamos de sobrevivir en esta época de pandemia, pese que no nos dejan trabajar”.
En las afueras de los centros comerciales del ahorro en el Centro Histórico, conocidos popularmente como BBB (buenos, bonitos y baratos), la situación era diferente ya que cientos de personas caminaban en las afueras tras comprar ropa, alimentos y calzado.
En la intersección de las calles Imbabura y Chile había aglomeración de personas que no respetaban los distanciamientos. Algunos comerciantes autónomos incluso se sacaban la mascarilla para limpiarse la nariz o la boca. Los autónomos recorrían el sitio con su mercadería, algunos la colocaban sobre las aceras.
Las calles Guayaquil y Chile estuvieron abarrotadas de peatones y los locales comerciales aprovecharon para sacar a sus voceadores a las calles. A la altura de la Plaza del Teatro, también se pudo observar concentraciones de personas y decenas de vendedores autónomos.
El vecino Miguel Taype consideró que es “una desgracia” la presencia de comerciantes autónomos, porque se aglomeran en las vías y dejan basura al final del día. “Nos hemos quejado con las autoridades porque se necesita realizar una mayor intervención en la zona”, contó.