En El Salvador impera desde ayer 9 de marzo una marcada tensión política debido a la falta de proclamación de un triunfador en la segunda vuelta electoral por la presidencia celebrada este domingo, pese a que ya se ha realizado casi la totalidad del recuento de los votos.
Miembros del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) protagonizaron una marcha hacia los alrededores de las oficinas del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para exigir que el organismo dé los resultados definitivos.
El diputado Roberto D’Aubuisson aseveró que Arena “es la clara ganadora de estas elecciones y el TSE debe dar el resultado final esta noche”. Horas antes, el candidato presidencial de Arena, Norman Quijano, se autoproclamó triunfador en las urnas y aseguró que defenderá su triunfo con la vida, pese a que las autoridades electorales instaron a aguardar los resultados definitivos, en momentos en los que el recuento arroja un 50,07 por ciento para el candidato Salvador Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y un 49,93 por ciento al derechista Quijano, de Arena.
Quijano, en un mitin popular, denunció que se les está “haciendo un fraude por parte de un TSE vendido y corrupto”. Las declaraciones se produjeron poco después de que el presidente del TSE, Eugenio Chicas, asegurara que, por ser el resultado de la segunda vuelta electoral celebrada ayer domingo tan estrecho, no se puede proclamar un triunfador hasta no realizar el conteo total de los votos.
Fuentes del TSE habían señalado que el escrutinio final se realizaría el lunes y que hasta entonces no se proclamará oficialmente ningún ganador. No obstante, Quijano llamó a la Fuerza Armada, a la policía y al fiscal general a estar pendientes por el “fraude que está preparando el TSE”.
Por su parte, el líder del FMLN, Medardo González, también declaró triunfadora a su fórmula presidencial. “El presidente de la República, por decisión popular, se llama Salvador Sánchez Cerén”, dijo González en un acto público en el redondel Alberto Masferrer, al norte de San Salvador, donde ha festejado su triunfo que no ha sido oficializado.