Es indiscutible. Juan Gabriel es el artista vivo más importante que México ha producido. A favor del nacido en Parácuaro, Michoacán, hablan sus canciones. No solo cuenta con un repertorio de cerca de 2 000 de ellas, sino que gran parte de su producción, directa o indirectamente, se ha constituido en la banda sonora de los nacidos en cualquier territorio hispanoparlante desde hace más de 40 años. Esto debido a que su música se ha mantenido vigente no solo en sus propias interpretaciones sino también en las de artistas de varios géneros, a los que él cedió sus melodías.
Maná, Jaguares, Maldita Vecindad, Christian Castro, Banda El Recodo, Marc Anthony, José José, Vicente Fernández, Ana Gabriel, Isabel Pantoja son solo ejemplos de la cantidad de artistas que han recibido la venia del autor para interpretar sus temas. Por supuesto, en tal lista no puede faltar la desaparecida voz de la española Rocío Durcal, con quien el ‘Divo de Juárez’ formó la dupla más exitosa de la canción ranchera (aunque hubo boleros) en los años 80, con temas como Amor eterno o Tarde.
Esa facilidad para componer llegó desde que tenía apenas 13 años, cuando el joven Alberto Aguilera (su nombre real) esbozó su primera canción. La muerte del palomo fue entonces el inicio de una incomparable lista de canciones populares que han incursionado también en variados géneros, como el pop y la música bailable. Sin embargo, sus aportes a la balada y a la ranchera son los más laureados.
Pese a que en su carrera compositiva ha habido dos hiatos de siete años cada uno (de 1987 a 1994 y del 2003 al 2010), su nombre se ha mantenido presente debido al respaldo de su extenso catálogo y a sus giras. Sus conciertos en vivo suelen combinar todas las facetas del artista y no es raro que se extiendan más allá de las dos horas. Así, por ejemplo, cualquier récord parece mínimo si se lo compara con las siete horas seguidas que cantó en el 2004 durante una presentación en el mítico Zócalo del Distrito Federal mexicano.
Ahora bien, todo el éxito musical que ha cosechado Juan Gabriel, década tras década, tiene como contexto una infancia llena de carencias afectivas y económicas. Muchas de sus canciones se remontan a historias que vivió en el internado Centro de Mejoramiento Infantil de Ciudad Juárez, lugar al que ingresó con 5 años de edad y del que escapó a los 14. Estuvo ahí porque su madre no podía mantenerlo.
Irónicamente, en ese encierro que lo privó del cariño de su progenitora, aprendió que cantando podía ganar su libertad. “Un pájaro enjaulado que canta es porque quiere que lo saquen, no porque esté contento”, así se refirió Juan Gabriel -en una entrevista publicada en el 2012, por diario La Jornada- a su motivación para entrar a concursos de canto en su internado.
Tras escapar del Centro, trató de hacerse camino en el circuito musical de Jalisco. Ahí cantó en lugares más pequeños y lúgubres (como el ya desaparecido bar Noa Noa, al que dedicara uno de sus ‘hits’) que los teatros y arenas, que desde los 70 se ha acostumbrado a repletar en ambos lados del Atlántico. Cuando se aventuró en la capital mexicana al final de los 60, la suerte también le fue negada en varios sellos disqueros y hasta estuvo preso 18 meses acusado por un robo del que nunca se hallaron pruebas en su contra.
Sus amistades de aquellos primeros años fueron gais y prostitutas a los cuales el artista dice haber llegado a amar platónicamente. A ellos los solía consolar o alegrar con canciones de su autoría.
Solo tras años de intentos fallidos y tropezones, Juan Gabriel grabó La muerte del palomo -ocho años después de haberla escrito- y empezó una carrera que en gran medida se ha basado en las tonadas tristes que sonaron durante los primeros años de su vida.
No olvide
Concierto.
El prolífico compositor mexicano se presenta este jueves a las 20:30 en el coliseo General Rumiñahui. Las entradas están a la venta en los puntos de Ecutickets.
Polémicas.
Recientemente, el cantautor hizo que su público levantara las cejas porque cantó en el cumpleaños del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. También ha sido criticado en México, pues el concierto por su 40 aniversario recibió fondos públicos.