Reinaldo Rueda, técnico de la Tricolor, analiza a Bolivia y a Uruguay, sus próximos rivales. Revela diálogos con Felipe Caicedo y sus preocupaciones en el equipo.
El juego ante Chile ¿qué lecciones le dejó para afrontar los partidos ante Bolivia y Uruguay?
Fue un partido de riesgo. Debíamos entender bien lo que habría ocurrido independiente del resultado. Lo analizamos con el grupo. En la parte teórica ayudó porque se cumplió lo que se vio en la cancha. Chile es una selección bien estructurada y ese resultado sirvió para la motivación. Teníamos que tomarlo con calma. Pero es una muestra de que Ecuador sigue creciendo, se consolida y es solidario.
¿El nivel que mostró Ecuador ante Chile es el que espera que se mantenga en las eliminatorias o considera que puede mejorar?
Es difícil determinar el nivel porque los partidos son diferentes. Ecuador tiene para dar más y debe hacerlo. Esa será nuestra premisa, nuestra exigencia. Los partidos siguientes no serán así como se dio con Chile. Algunas selecciones tienen rasgos similares a Chile. Ecuador debe seguirse exigiendo y eso marcará la clasificación.
¿La exigencia de medir a Chile servirá para compararse con lo que pueda hacer Uruguay?
Ambos partidos, contra Uruguay y Bolivia, serán complicados. Ante Chile, en la parte futbolística y la aplicación táctica quedé satisfecho. Los conceptos se plasmaron, tomando en cuenta el nivel que representa Chile.
Entre sus apuntes, ¿qué resaltó a favor de Ecuador?
La lectura que le dieron mis jugadores al juego, por las características del rival. Hicimos un símil de lo que fueron los partidos entre el Quito y la U. de Chile. De eso nos alimentamos para encarar el cotejo. El nivel de conciencia del grupo fue alto. Fue un buen termómetro para medir a Bolivia y Uruguay: pero serán partidos diferentes.
En la Selección, las alternativas de los laterales parecen escasas…
Así es. Es un problema a resolver. Por fortuna, Walter Ayoví y Juan Carlos Paredes tienen continuidad y son muy comprometidos. He visto jugadores que quizás se abran un espacio para una citación. Pero no me gusta generar falsas expectativas. En su momento tendré la oportunidad de evaluarlos. Estamos invirtiendo hace más de un año en Achilier y en Calderón, que tienen otras características.
¿Antonio Valencia es un jugador irreemplazable?
Así es la situación de Antonio. Un jugador importante por sus capacidades. Sufrimos seis meses su ausencia cuando se lesionó. Y eso pesa. Está en un nivel ideal, que puede dar más porque recién volvió a empezar su participación en la Premier.
¿Y cómo trabajará con él en la parte táctica puesto que en el Manchester a veces es lateral?
Es difícil por el poco espacio de tiempo. Los partidos de preparación los jugó de lateral. La altitud será un factor complicado para que realice recorridos más largos. Vamos a intentar que él siga como volante por derecha. Eso debería satisfacerlo y la Selección beneficiarse de su capacidad ofensiva.
¿Qué habló con F. Caicedo?
Con Felipe siempre hay una posibilidad. Siempre dependió de su momento y de su continuidad. Ustedes vieron que se lo trajo cuando fue goleador con el Levante. Después, su traspaso a Rusia le costó. Se lesionó, se recuperó y recayó. Fue difícil para él. Ahora está volviendo a iniciar, aunque estuvo a punto de salir otra vez. Por suerte se estabilizó, es opción en su club, mete goles.
¿Podría darse un último partido de Iván Hurtado en la Tri?
Todo el mundo lo quiere y admira por lo que aportó para la Selección. Es un referente. Todo estará en la competencia. Estuvo seis meses parado. Sus condiciones son indiscutibles. Hay que ver cómo sigue en el Grecia.
¿Podrá Azcargorta levantar a Bolivia cuando visite Ecuador?
Solo se sabrá en la cancha, con resultados. Tienen buenos jugadores, de buena formación. En todo caso, si mejora, que sea luego del partido contra nosotros (sonríe).
Hoja de vida
Reinaldo Ruedanació el 16 de abril de 1957 enCali, Valle del Cauca, Colombia. Está casado. Tiene tres hijos.
El estratega posee títulos de Educación Física y de Fútbol, con experiencia académica en Alemania. También se destacó como formador de jóvenes: obtuvo el tercer lugar del Mundial Juvenil del 2003 con Colombia.
Fue seleccionador de Colombia. Dirigió a Honduras en el Mundial de Sudáfrica del 2010.