Una tortuga rescatada en el puerto de Tuxpan, al norte del estado de Veracruz, costas del Golfo de México, fue devuelta al mar con un caparazón artificial luego de sufrir la embestida del motor de una embarcación.
Expertos del Centro Veterinario de Xalapa, capital de Veracruz, reconstruyeron con cemento atóxico la cubierta protectora del quelonio.
A bordo de una lancha donde iban funcionarios, personal de un acuario y ambientalistas, seguida de otra con periodistas, la tortuga de entre 5 y 15 años de edad fue liberada en altamar con su nueva prótesis.
El doctor Eduardo Gazol, que encabezó el equipo encargado de reconstruir el caparazón, dijo que ésta no será permanente, sino será sustituida poco a poco por una natural.
Antes de lanzar a la tortuga a su hábitat, los especialistas observaron con satisfacción que su cubierta protectora comenzaba a regenerarse y empezaba a cubrir su parte ósea y la piel expuestas a causa de los daños de la embarcación.
El caparazón artificial es resistente al agua y no es tóxica y se caerá a medida que aparezca la natural.
El lugar donde se reconstruyó el “escudo” de la tortuga es una suerte de hospital para reptiles como cocodrilos, iguanas, tortugas y otros animales silvestres.