Unas sorprendentes imágenes del tránsito de Venus fueron obtenidas ayer desde la zona de Cayambe, nororiente de Quito, por Cristóbal Cobo, un astrónomo y arqueólogo ecuatoriano especializado en los estudios que los pueblos prehispánicos realizaban de los fenómenos astrales.
Cobo tomó las fotografías en el mirador pre hispánico de Molino Loma, ubicado en la hacienda Guachalá, en Cayambe, desde donde los pueblos que habitaban el lugar antes de la presencia inca realizaban mediciones del paso del sol.
Cobo señala que el fenómeno de Venus observado ayer se produjo muy pocos días antes del solsticio de verano, que ocurre el 21 de junio, por lo cual fue posible observarlo desde el ancestral mirador de Molino Loma. Precisamente el ocaso de ayer se produjo entre dos montañas que forman una V o una orqueta.
“El momento más interesante, fue en el ocaso, alrededor de las 18:00 horas, ya que la puesta del sol, acontece en un sitio, que dibuja una orqueta en el horizonte, y es justamente esta observación, la que posiblemente se efectuaba, en épocas preincásicas en el sitio arqueoastronómico de Molino Loma en la hacienda Guachalá”, sostiene Cobo quien hizo las fotografías a través de un telescopio dotado de filtros especiales.
Según Cobo “esta observación se la efectuaba durante el solsticio de junio. El monte al lado izquierdo del Sol es el sitio arqueológico de Pingulmí, y solamente en este sitio, acontece el ocaso solar durante el solsticio de junio. Por esta razón para el día de ayer 5 de junio, tuvimos que recorrer alrededor de 20 metros hacia el norte para que el ocultamiento del Sol, ocurra justamente en la orqueta entre los montes”.
Mientras estas fotografías se realizaban en Cayambe, en Quito miles de personas trataban de ver el fenómeno desde distintos lugares, especialmente el observatorio astronómico ubicado en La Alameda. Lastimosamente la nubosidad no ayudó mucho.
Cobo realiza estudios en la zona de la mitad del mundo pues tiene evidencias de los los pueblos pre hispánicos y pre incásicos ya tenían conocimiento de que en la zona se hallaba el ecuador. Por eso, sostiene, a lo largo de toda la línea equinoccial hay restos arqueológicos excepcionales como los de Catequilla, ubicado en la zona de Pomasqui.
Ayer varios medios resaltaban que los mayas, pueblo mezo americano, ya habían registrado el tránsito de Venus cientos de años.
Cobo explica que utilizó un telescopio ruso de 120 aumentos, “en el cual usamos dos tipos de filtros (amarillo y verde). De la misma manera, procedimos a registrar el mencionado tránsito, con fotografía astronómica donde usamos una Cannon, T2i-550D. Con un lente 70-300 y con un filtro rojo, al momento de fotografiar el evento directamente”.
Cobo explica que los tránsitos de Venus tienen importancia por las mediciones e investigaciones astronómicas que han permitido realizar: históricamente, las primeras estimaciones realistas del tamaño del Sol, y de la distancia entre la Tierra y el Sol mediante el paralaje (1639), y actualmente, nuevas técnicas para la búsqueda de exoplanetas.